Los mayores, generadores de la revolución de la ternura
A raíz de algunas intervenciones del Papa sobre la necesidad de poner en valor la potencialidad de nuestros mayores, Mario Alcudia reflexiona sobre su aportación social, un regalo para el futuro de la humanidad
![Pastoral con los mayores](https://imagenes.cope.es/files/image_425_238/uploads/2025/02/14/67af45db1b32b.jpeg)
LOS MAYORES, GENERADORES DE LA REVOLUCIÓN DE LA TERNURA | FIRMA MARIO ALCUDIA
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La archidiócesis de Madrid presentaba esta semana el Plan Pastoral con las Personas Mayores. Ya hace algunos años que la Conferencia Episcopal Española creaba una comisión de trabajo dedicada a la pastoral de las personas mayores, dependiente de la Subcomisión para la Familia y Defensa de la Vida, consolidando así los trabajos que, desde múltiples realidades eclesiales, se desarrollan en el mundo de los mayores.
Todas estas iniciativas pretenden darles protagonismo y recordar a la sociedad que son la memoria vida de nuestra fe y nuestra historia. En medio de esta cultura del descarte es muy importante poner en valor, recordar, que los ancianos, son un tesoro, cada vez más numeroso.
El Papa ha reflexionado en numerosas ocasiones sobre la vejez. Les anima a no vivir resignados o sin esperanza y en este sentido, los cristianos, las familias cristianas, tenemos mucho que hacer y decir. Estar cerca de las debilidades y fragilidades de nuestros mayores, enseñar a las nuevas generaciones que no hay caminos separados entre ellos y nosotros.
El Santo Padre recuerda que los ancianos son o pueden ser generadores de la revolución de la ternura. Y es que no podemos olvidarnos de los abuelos como los grandes transmisores de la fe a los hijos, a los nietos; un activo muy importante en la vida y en la misión de la Iglesia.
Un aspecto importante de todas estas iniciativas eclesiales es que no hablan de la pastoral para los mayores sino con los mayores porque tienen mucho que aportar; por tanto, uno de los retos es impulsar su rol activo en la Iglesia.
Debemos despertar, pues, el sentido de gratitud, de aprecio, acercarse a a nuestros mayores, toda una auténtica experiencia de humanidad.