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"Ojalá que la paz sea no solo posible, sino también justa para la causa de la libertad, que es la causa de los ucranianos"
Escucha el monólogo de Jorge Bustos del miércoles 12 de febrero
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Hoy cumple 1.086 días la guerra de Ucrania. ¿Te acuerdas, no? Esa guerra que va a marcar el futuro de Europa y a la que ya apenas le hacemos caso.
No es una fecha redonda, no es un aniversario marcado. En el frente no ha pasado nada especial, nada que no sea más muerte y más destrucción cada día. Pero hoy te hablo de este conflicto porque la nueva administración Trump está enviando mensajes y dejando pistas que apuntan a un inminente proceso de negociación entre Rusia y Ucrania. Y en las próximas horas o días van a suceder cosas que pueden acelerar ese proceso, por varios motivos.
Hoy se reúnen varios ministros de la Unión Europea en Francia, y en esa mesa estará también Estados Unidos. Además, estos días una delegación estadounidense va a visitar Kiev, y el viernes arranca la Cumbre de Seguridad de Múnich, donde la estrella será el vicepresidente de Estados Unidos, James Vance. Y allí mismo se reunirá con Zelenski.
Son miguitas que van marcando el camino hacia una negociación. Hoy el propio Zelenski ha dejado una importante: se abre a la posibilidad de intercambiar territorios si Trump propone negociaciones de paz con Rusia.
Trump siempre ha mantenido una premisa, dolorosa para los ucranianos invadidos. La paz exige que Ucrania acabe cediendo territorios a Rusia"
Copresentador de 'Medidoía COPE'
El nuevo presidente de Estados Unidos presumió en campaña de que él iba a solucionar la guerra de Ucrania de forma rápida, pero en esa estrategia retórica ha mantenido siempre una calcula ambigüedad entre los intereses de Rusia y los de Ucrania. No ha dejado de apoyar a Zelenski, pero tampoco ha dejado de coquetear con Putin.
Trump siempre ha mantenido una premisa, dolorosa para los ucranianos invadidos. La paz exige que Ucrania acabe cediendo territorios a Rusia. Es la peor de las soluciones para Zelenski, pero es la que ata a Putin a la negociación. Eso sí, Zelenski se guarda un as en la manga, que es la ocupación de parte de territorio ruso en la zona de Kursk. Y por eso ahora habla de intercambio, nunca de cesión. Es la gran baza que intenta jugar Ucrania para conseguir equilibrar una negociación.
Pero esto solo sería un primer paso para parar la guerra. Después vendría algo todavía más complicado. Definir el statu quo en la zona. Ucrania pretende integrarse en la OTAN y protegerse bajo ese paraguas militar como única salvaguarda para su futuro. Aunque la Unión Europea quiera minimizar la injerencia de Trump en el futuro de Ucrania, Zelenski sabe que las promesas de Europa ya no son suficientes. No le bastan. Necesita a Trump.
Pero ya sabes que Trump negocia más como un empresario que como un político. Por eso Zelenski trata ahora de comprometer a Estados Unidos en la seguridad de su país a cambio de permitir a Estados Unidos el acceso a las explotaciones de tierras raras de Ucrania, que posee una quincena de metales valiosos que se emplean en la industria de la automoción, de telefonía y aparatos electrónicos. Es un pago importante a cambio del apoyo y protección de Estados Unidos.
Estaremos atentos a lo que suceda en las próximas horas. Pero empieza a llegar un olor intenso a negociación. Los ingredientes no son fáciles de combinar y veremos qué receta propone Donald Trump. Pero ojalá que la paz sea no solo posible, sino también justa para la causa de la libertad, que es la causa de los ucranianos.