"Vox gana, Mazón aguanta a expensas de la causa judicial en Catarroja, y Feijóo se ve obligado a recalcular ruta"

Ya dijo el poeta que abril es el mes más cruel, sobre todo para los imputados en casos de corrupción que afectan al Gobierno y a la familia del presidente. Pero mientras se acerca ese vía crucis de declaraciones ante el juzgado, con paseíllo de nombres tan ilustres como Félix Bolaños, los medios independientes siguen publicando informaciones relevantes. No me extraña que María Jesús Montero declare que se queda de piedra ante las andanzas de su compañero de gabinete, don José Luis Ábalos. Ese hombre tan afable, que saludaba siempre en la escalera. La ventaja de quedarse de piedra, además, es que si pones una mano de piedra por tu jefe de gabinete involucrado en la trama Koldo, pues no te la quemas. Es de granito, como la jeta de la señora ministra de Hacienda. Como si Hacienda no tuviera más información que nadie en este país.

Al socio de Aldama, Claudio Rivas, la UCO le acaba de encontrar un patrimonio valorado en 200 chalés"

Jorge Bustos

Copresentador de 'Mediodía COPE'

Lo que sí sabemos es que Koldo no solo tenía catálogos de escorts en su móvil con las que una trama de empresarios sobornaba en especie a la mano derecha de Pedro Sánchez. En ese móvil también hay listados de empresas con las que amañar contratos cuantiosos con la Administración a través del ministerio con más presupuesto: el de Transportes. Ahora sospechamos que, efectivamente, lo de las mascarillas era el chocolate del loro. Lo gordo estaba en los contratos de infraestructuras y en la trama de los hidrocarburos. El socio de Aldama en esa trama se llamaba Claudio Rivas. Pues bien, a este caballero la UCO le acaba de encontrar un patrimonio valorado en 200 chalés y alguna finca de caza por valor de 8 millones. 200 chalés. No me extraña que falte vivienda en España, si la que hay se las quedaban los socios de Ábalos.

¿Y por qué se las quedaban? Pues para blanquear dinero de sus mordidas, claro. Y no solo blanqueaban en ladrillo español: también en el Caribe. El juez del Supremo que investiga el caso Koldo-Aldama-Ábalos, el magistrado Leopoldo Puente, está siguiendo la pista de los pagos de la trama fuera de España. En concreto en República Dominicana, que sabes que se ha convertido en el gran lavadero de dinero negro de los empresarios y los políticos corruptos de este país. Todo pasa últimamente por Dominicana, de Begoña Gómez a Rubiales. Y desde luego el juez no se traga que los viajes del hermano de Koldo allí fueran para comprar puros.

Y en mitad de esta ola de corrupción, que debería ponerle las cosas más fáciles a la oposición que aspira a desalojar a Sánchez, reaparece en escena Carlos Mazón. El presidente de la Comunidad Valenciana ha anunciado esta mañana un pacto con Vox para aprobar unos presupuestos. La noticia debería ser positiva para los valencianos, porque unas nuevas cuentas permitirán desbloquear muchas ayudas y acelerar la reconstrucción. Pero el movimiento de Mazón tiene otra lectura política, en clave interna del PP: se apoya en Vox para blindarse frente a la presión creciente de Génova, que quiere relevar a Mazón para parar la sangría demoscópica del PP en Valencia. Y es esa sangría la que le conviene a Vox: sosteniendo a Mazón en realidad le sorbe la sangre, con este pacto cronifica su debilidad para seguir creciendo a su costa. Y encima le coloca su mercancía ideológica en materia de migración y políticas verdes. Vox gana, Mazón aguanta a expensas de la causa judicial en Catarroja, y Feijóo se ve obligado a recalcular ruta. Una vez más, Mazón condiciona la estrategia del líder de la oposición. Sospecho que Sánchez lo estará celebrando".