"La duración del acuerdo de Marruecos con España durará en función de sus intereses"

La directora de 'La Tarde' reflexiona sobre los problemas en la frontera entre Marruecos y España en Ceuta y la situación que se está viviendo

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Ceuta vive una tensa calma después de un fin de semana marcado por la tensión y el intento de centenares de personas, magrebíes y subsaharianos, de atravesar la frontera de la ciudad española y europea, que a veces se nos olvida que esa es también la frontera de Europa. 

La diferencia entre lo vivido este fin de semana con otros episodios que hemos tenido antes es que esta vez, Marruecos ha movilizado a sus fuerzas de seguridad para evitar esa entrada masiva.

Se lo ha dicho esta mañana el presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas, a Carlos Herrera al tiempo que denunciaba la situación desbordada de la ciudad autónoma para atender a los menores no acompañados que si han conseguido llegar estas semanas. Un 500% por encima de su capacidad.

En todo este asunto hay cosas que llaman la atención. Por ejemplo, la insistencia de estos grupos en acercarse a la frontera a pesar del enorme despliegue policial y también el papel que están jugando las redes sociales y que están complicando mucho a Marruecos la vigilancia de lo que se mueve alrededor de Ceuta.

El detonante de esta situación sería un movimiento nacido en TikTok y otras redes que recibe el nombre de “Jarraga” y en el que los jóvenes marroquíes se animan a cruzar la frontera española y se dan consejos para hacerlo por vía marítima, sorteando el pequeño espigón de la playa del Tarajal, de apenas 25 metros. Desde luego, mucho más fácil de pasar que el dique de Melilla, mucho más largo.

Este movimiento “Jarraga” fue detectado por los servicios de Inteligencia marroquíes. Han llevado a cabo varias operaciones contra los grupos que alentaban a cruzar y han reforzado el dispositivo fronterizo. Incluso, muchos de los menores que han intentado pasar a España han sido trasladados hacia el sur de Marruecos.

Pero lo llamativo, en este caso, es que la presencia policial no haya diluido este runrún al otro lado de la valla y que incluso para las férreas autoridades marroquíes resulte difícil ponerle puertas al campo de las redes sociales.

A partir de aquí, cualquiera se puede hacer muchas preguntas sobre lo que está ocurriendo. Por ejemplo, si estamos ante un reto adolescente que se acabará pasando o si por el contrario hay alguna mano detrás con otros intereses.

Esta vez Marruecos está cumpliendo con los acuerdos que pueda tener con el gobierno español en materia fronteriza. Lo malo, es que tampoco sabemos cuánto puede mantenerse ese compromiso, pero en todo caso, la duración será en función de los intereses de Marruecos y no de España.