Ángel Correas, tras la visita de Sánchez a Borodianka: "Aquí lo importante no es él, es el escenario"
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Bienvenido a Mediodía Cope, recibe una saludo de Ángel Correas. Dicen que Mariupol ha caído. Lo dicen los rusos, que la están arrasando. La ciudad asediada, que simboliza la resistencia ucraniana desde hace más de un mes, puede estar ya bajo control de las tropas rusas, salvo en Azovstal, una gran Instalación industrial de Acero donde resisten unos 2.000 soldados ucranianos junto con un millar de civiles en una zona 'bunkerizada'.
Es la última hora del escenario de la guerra ya centrada en el Este del País, a orillas del Mar de Azov, la zona que Putin quiere controlar antes de sentarse a negociar nada. A 800 kilómetros de distancia de Mariupol, hacia el norte, está Kiev.
Ahora mismo la capital vive una situación de tranquilidad (Lo de tranquilidad entre comillas y sin olvidar que hablamos de una guerra). Allí se encuentra hoy el presidente del Gobierno Español. Pedro Sánchez viajó anoche en avión desde Málaga a Polonia. Desde allí, esta mañana ha llegado a Kiev por medio del tren que, dadas las circunstancias, el único medio de transporte con ciertas garantías. El viaje en avión se ha descartado por motivos de seguridad e incluso se ha evitado dar publicidad a la agenda prevista en las próximas horas.
Ya se ha encargado Moncloa de enviar las imágenes del presidente nada más llegar a la estación. Sánchez va sin vestir traje, con ropa oscura informal, vaqueros y zapatillas de trecking, de montaña. Aparece junto a la Viceministra ucraniana Irina Vereshuck. Ella sí, con chaqueta militar. Completa la escena la primera ministra de Dinamarca que lleva puesto lo que parece un chaleco antibalas y vestida completamente de negro. De hecho, a primera vista, la política danesa se puede confundir perfectamente con un miembro del equipo de seguridad que se ha colado en la escena. La imagen la puedes ver en nuestra web, en COPE.es
Bueno, además de la foto, Sánchez se reunirá (si es que no se ha reunido ya) con el presidente Ucraniano, Zelenski, para manifestarle que Europa y España en concreto, seguirán dando apoyo militar a Ucrania. Desde luego, si se trata de hacer anuncios y promesas, nadie mejor que el presidente español. Seguramente, Zelenski insistirá en que se corte da raíz el suministro de gas ruso a la Unión Europea, algo que ha pedido en reiteradas ocasiones a los líderes que ya han estado Kiev.
Por cierto que Sánchez acaba de visitar la localidad de Borodianka, un municipio a unos 50 kilómetros de la capital ucraniana, que ha vivido matanzas de civiles similares a las de Bucha.
Sánchez atiende las explicaciones de alguien uniformado que habla sobre cómo los rusos aterrorizaron a la población local de Borodianka. Y en esta imagen aquí lo importante no es el presidente del gobierno, o la primera ministra de Dinamarca, lo importante es el escenario, la propia ciudad de Borodianka convertida en un cementerio de cascotes, edificios derruidos y fosas. Y puede que, desde el punto de vista emocional, esta parada en medio del desastre, sea el punto más importante de la visita del presidente del gobierno de España o de cualquier otro sitio, dar visibilidad, dar a conocer, las barbaridades que deja la guerra.