Pilar García Muñiz: "Hay dudas sobre el rumbo que tomará a partir de ahora la tercera economía de la UE"
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Giorgia Meloni acaricia la presidencia del Gobierno italiano. La líder de Hermanos de Italia ha impulsado a la coalición en la que se integraba su partido junto con Mateo Salvini y Forza Italia de Silvio Berlusconi. Han ganado las elecciones con un 44% de los votos. Más allá de que sea la primera mujer en presidir un gobierno en Italia, Meloni NO es tan desconocida en su país. Su carrera comenzó con 15 años en el Frente de la Juventud, la organización juvenil del Movimiento Social Italiano, un partido a la derecha de los conservadores.
Con 31 años se convirtió en la ministra más joven que ha tenido Italia al ser nombrada, precisamente, ministra de Juventud. En 2012 dejó el ejecutivo y fundó su actual partido. La fama sin embargo no le llegó por este episodio sino por sus palabras durante un mitin en 2019 cuando concurría a las elecciones ya como líder de su formación. “Soy mujer, madre y cristiana”. Esta especie de Life Motive personal, no solo la encumbró como un fenómeno en redes sociales sino que llegó a convertirse en la letra de un tema de discoteca muy popular en Italia. Intantaban ridiculizarla pero acabaron por impulsar su carrera.
Fue también su tarjeta de presentación en todo tipo de actos por toda Europa, incluidos los de VOX a quienes ha apoyado públicamente en varias ocasiones. La última con motivo de las autonómicas andaluzas. Por cierto, domina muy bien el español porque pasaba con su padre los veranos en nuestro país, en Canarias.
En resumen, sabemos qué ha hecho Meloni pero no sabemos qué va hacer. Por ejemplo, no parece que vaya a salirse del carril marcado por Europa con respecto a la guerra de Ucrania pero si puede verse un distanciamiento de políticas económicas que llegan de Bruselas.
Los analistas consideran que vamos a ver un gobierno más político que tecnócrata, con menos peso de las medidas marcadas por Europa para el control económico y mucha más carga ideológica a la hora de hablar de inmigración, por ejemplo, (al estilo de Polonia o Hungría) o su determinada posición anti abortista. Pero, ya sabemos que gobernará en coalición y eso en Italia siempre es complicado.
Aludiendo a clásico como “El gato pardo”, se puede decir que los italianos han buscado que “todo cambie para que todo siga igual”. No puede olvidar este dato: de los 76 años que tiene la república italiana ha habido hasta 66 primeros ministros. Esto no hace más que poner más dudas sobre el rumbo que tomará a partir de ahora la tercera economía de la Unión Europea.