La mesa del Senado ha dado luz verde a la tramitación de la Ley de Amnistía que acaba de aprobar el Congreso. Este es el segundo paso establecido para que una ley, cualquiera, sea aprobada en nuestro sistema democrático. Tiene que pasar por el Senado. Ahora mismo, en esta cámara hay una mayoría muy diferente a la del Congreso y el PP tumbará la ley de Amnistía con total seguridad.
Eso va a provocar que sea devuelta al Congreso y que allí se apruebe en segunda votación ¿Cuándo será eso? Pues tardará alrededor de dos meses porque una de las cartas que está jugado el Partido Popular es retrasar la tramitación de la Amnistía todo lo posible.
Vino del Congreso por vía urgente y el PP la va tramitar en el Senado por el procedimiento ordinario.
Esto marca una diferencia fundamental porque si la Amnistía fuera tramitada de urgencia (como quieren PSOE y JUNTS) la ley tendría que estar vista en el Senado en 15 días. Pero al aplicarle el procedimiento ordinario se puede retrasar hasta el 15 de mayo, como fecha tope.
Esto complica un poco (no demasiado) la vida a Puigdemont si quiere presentarse o aspirar a ser candidato en las elecciones catalanas convocadas para el día 12 de mayo.
Ese día que se vota en Cataluña seguiría siendo un prófugo de la justicia. Aún así puede presentarse en la listas porque no tiene una condena pero no podría venir a España para la campaña electoral porque sería detenido. Este jueves vamos a salir de dudas porque Puigdemont va a anunciar si se presenta o no. Independientemente de lo que haga la ley de Amnistía volverá al Congreso a partir del 15 de mayo y allí conseguirá la luz verde.
Precisamente por la mayoría que tiene el PP en el Senado. VOX ha estado pidiendo que la hiciera valer para NO admitir a trámite la Ley. Eso hubiera sido una situación inédita de enfrentamiento directo entre las dos cámaras legislativas en España. UN bloqueo de consecuencias impredecibles.
Al final, los letrados del Senado consideran que no se puede negar la tramitación de una ley que llegue del Congreso pero advierten de que la Amnistía es un Fraude Constitucional. Vamos, que al Senado no le queda otra que tragar con este sapo aunque pueda dejar constancia de su oposición y su posible ilegalidad. Lo cierto es que de poco vale el Senado para frenar leyes del congreso aunque esto, la verdad, no es ninguna novedad.
Con un Tribunal Constitucional a medida del Gobierno, la batalla contra la Ley de Amnistía posiblemente no se dará en España. El punto y final se podrá en Europa otra cosa es cuánto tiempo va a pasar hasta que lleguemos al final de este asunto que aunque parezca mentira en España, acaba de empezar su recorrido legal.