El Rey don Felipe continua con su viaje a las repúblicas bálticas cuando se cumplen casi dos años y medio de la invasión de Rusia a Ucrania. Las tres, Estonia, Letonia y Lituania, forman parte de la OTAN, pero su posición geográfica y su pasado en la URSS hacen que la percepción que ellos tienen de la amenaza de una invasión rusa y de una hipotética guerra, nada tenga que ver con la nuestra.

Eso lo sabe bien, el Rey que ayer en Estonia vino a decir que España está en el otro extremo de Europa, pero nuestro compromiso como país amigo, como socio de la UE y sobre todo como aliado en la OTAN dijo, es inquebrantable.

Hoy su majestad ha llegado hasta Lituania donde se ha reunido con el presidente del país mostrándole de nuevo ese apoyo de España sin fisuras. Esta tarde el monarca visitará la base aérea donde se encuentran desplegados 190 militares españoles. Su misión es precisamente la de garantizar la seguridad del espacio aéreo teniendo en cuenta la cercanía con Rusia.

En este país, en Lituania viven 200 españoles y en el conjunto de las tres repúblicas poco más de 1000. No son demasiados ni son los que viven la amenaza rusa de forma más directa, en primera persona. Al fin y al cabo saben que si la cosa se pone fea pueden escapar.

Otra cosa es el día a día para los habitantes de las zonas fronterizas de estas tres repúblicas, donde pierden a menudo las comunicaciones, sobre todo por teléfono y donde vivir al lado de alguien como Putin no genera precisamente mucha tranquilidad viendo lo ocurrido en los últimos años.

Es un viaje importante y quizás por eso llama la atención que el rey Felipe VI lo realice en solitario. Por primera vez el jefe del Estado viaja sin ningún ministro que le acompañe, como el de Exteriores o la de Defensa, que suelen ser los habituales. Bien es verdad que el Gobierno había mandado al JEMAD, al Jefe del Estado Mayor de la Defensa, pero una indisposición de última hora le ha impedido viajar. En cualquier caso. No es lo habitual enviar a secretarios de Estado (que vendría a ser el rango del JEMAD). Es una anomalía en lo que hasta ahora eran los viajes del jefe del Estado.

Y como el Jemad no puede ir al final la ministra de Defensa, Margarita Robles acudirá mañana por la tarde a Letonia al cierre de ese viaje que se salda con el compromiso de España de reforzar la seguridad en el flanco este de la OTAN con el despliegue de una batería antiaérea y la presencia de casi 4000 militares en la zona.

Todo es poco para sofocar cualquier pretensión del Kremlin de seguir extendiendo los tentáculos de Putin por toda Europa y a toda costa. Y si no que se lo digan a los ucranianos que soportan ya 850 días de guerra desde la invasión rusa.