Amable Cima, psicólogo social: "Lo que tiene que ver con homosexualidad se utiliza como argumento político"
¿Cómo una mentira ha podido generar tanta repercusión social?
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La Policía ya ha enviado al juzgado de Plaza de Castilla el atestado completo del caso del joven que se inventó la agresión homófoba en Malasaña el domingo.
Ahora es la Fiscalía la que tendrá que decidir si le imputa simulación de delito, tipificada en el artículo 457 del Código Penal, que contempla multa para quien simule ser responsable o víctima de una infracción penal o denuncie una inexistente que provoque actuaciones procesales.
¿Cómo una mentira ha podido generar tanta repercusión? Mediodía COPE ha trasladado la pregunta al psicólogo social de la Universidad San Pablo Ceu, Amable Cima.
Su explicación es que ciertos temas sociales se han convertido solo ya en objeto de lucha política, donde solo importa el rédito que se va a conseguir con él en el enfrentamiento.
“Básicamente, el planteamiento está en el hecho de considerar un tema concreto como motivo de lucha política y, hoy por hoy, todo aquello que tiene que ver con la homosexualidad o con el maltrato en todas sus variantes se utiliza como un argumento político, no como un argumento que permita incidir sobre aquellos aspectos que la sociedad está avanzando mucho y que tienen que desterrarse” ha explicado.
Otra pregunta para el análisis es si ha desaparecido la prudencia antes de manifestar la opinión y preferimos la inmediatez para posicionarnos ante una noticia.
En este sentido, Amable Cima, cree que hemos llegado a un punto en el que no hay reflexión alguna: “Hemos pasado de las redes sociales en las que todo es inmediato, todo es instantáneo, a no haber reflexión ninguna, no hay tiempo para esperar porque si espero tiempo, no puedo utilizarlo como un argumento político contra el contrario”.
Hay que recordar que a pesar de haber confesado el joven que todo era mentira, el Gobierno ha confirmado que siguen los preparativos de la reunión de la comisión de seguimiento de Plan de lucha contra contra los delitos de odio.
El periodista Nacho Abad ha explicado en Herrera en COPE que la Policía no le creyó desde el principio. No cuadraba la versión de un supuesta agresión a plena luz del día, por varias personas. No encontraron ni un rastro de sangre, no se oyó ningún grito y tampoco se ha encontrado ni un solo testigo.
Al buscar las cámaras y las papeleras cercanas, ni un rastro de los hechos. Las contradicciones en el testimonio dejaron a la policía en alerta, pero sin contrastar los hechos no pudieron manifestar sus suposiciones. En el hospital, el joven había dicho que la agresión había sucedido hora y media después respecto a la que dijo a la policía. Tampoco cuadraba que en el hospital dijo que una mujer le había ayudado y que había hecho que la banda que le agredía huyera.
La policía le pidió al joven el teléfono y ahí empezó a desmontarse su relato. El final de todo lo conocíamos ayer: no hubo agresión y todo era una invención.
El joven admitió que las heridas eran consentidas y fruto de relaciones sadomasoquistas con otras dos personas.