40 años del mundial 82, un escaparte internacional para España

El mundial que puso a España en el mapa y que sirvió como escaparate para que se diese a conocer como país moderno y renovado. Este torneo se inauguró en el Camp Nou, el estadio del Barça, que por cierto fue ampliado para la ocasión. Se remodeló parte del Bernabéu y se construyó el José Zorrilla, que ahora es el estadio del Valladolid.

La selección debutó el 16 de junio, en Valencia, contra Honduras. España partía como una de las favoritas al título. Primero por ser la anfitriona, que siempre es determinante. Y segundo, por su imponente victoria en Wembley un año antes.

Todos los jugadores estaban preparados: Arconada, Quini, Juanito, Santillana. Desafortunadamente no nos fue muy bien, sólo ganamos uno de los cinco partidos que jugamos, y la final la ganó Italia contra Alemania, por 3 a 1.

Pero a parte de las derrotas, el mundial nos dejó muchísimas más cosas. Como Naranjito, todo un icono de aquella época. Igual protagonizaba un anuncio de caramelos como una serie de dibujos animados.

Pero Naranjito nació unos años antes del Mundial, en concreto en 1979. Lo crearon María Dolores Salto y José María Martín Pacheco. Su diseño fue elegido entre otros 586 aspirantes y, según sus diseñadores, pretendía huir de los topicazos de España, descartaron toreros o trajes de sevillanas. Una mascota que marco un antes y un después sin ninguna duda. Naranjito no solo fue la figura del mundial. Fue la figura de la España de aquellos años. Incluso hoy en día siguen comercializándose camisetas y estampas con su diseño.

Aquel mundial marcó a varias generaciones y también inspiró a muchas familias. Algunas incluso se decidieron a montar un negocio con esta influencia futbolística. Como el “Café Bar Mundial 82”, que está en la calle Alberto Datas Panero, en La Coruña. Muy cerca del estadio Riazor. Un estadio que, además de ser la casa del Depor, también acogió varios partidos de aquel mundial.

Este bar fue fundado por José María Rodríguez y su mujer, Dolores Cabanas. Ellos trabajaban en Suiza y decidieron montar este negocio para un sobrino suyo. A falta de 15 días para el comienzo del mundial, su sobrino tuvo un accidente y falleció. Así que José María y Dolores decidieron volver de Suiza y hacerse cargo del Bar. Su hijo, Juan, apenas tenía siete años. Ahora Juan tiene 47 años y es el dueño del bar, y hace unos días organizó una gran fiesta para celebrar el 40 aniversario del negocio que fundaron sus padres, tras un mundial que marcó vidas.