La contraseña que un experto aconseja que nunca debes poner: “No, por favor”
Alberto Rodríguez, experto en ciberseguridad, da a Pilar García Muñiz las claves para poner contraseñas seguras y complejas para los hackers
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Tenemos muchas. Una para poner en funcionamiento el móvil, otra para el ordenador, una más para el correo electrónico. No, mejor, una más por cada cuenta de correo electrónico, la personal y la del trabajo,... La de las aplicaciones o incluso tenemos que poner una cuando vamos a la compra y dejamos las bolsas que llevamos encima en las casillas de la entrada del establecimiento.
Son tantas que, a veces, es imposible llevar la cuenta de cuántas contraseñas tenemos en nuestra vida. Es imposible acordarse de todas, salvo una mente privilegiada.
Es de agradecer que exista la pestaña de “recupera tu contraseña” si no, habría sitios a los que no podríamos acceder ante la imposibilidad de recordar aquella clave personal con la que nos dimos de alta.
Los que tenemos memoria pez -aunque investigadores de la Univerdad McEwan han demostrado que no es tan efímera-, las vamos apuntando en un lugar seguro al que volver en caso de necesitar recordar alguna.
Hay estudios que cifran en 100, el número de contraseñas que podemos llegar a tener cada persona y lo peor es que la mayoría son demasiado débiles. Son tan fáciles de adivinar que, prácticamente el 70 % de las claves más comunes en el mundo, se pueden hackear en menos de un segundo. No somos muy originales a la hora de elegir las contraseñas.
¿Cómo eliges tus contraseñas?¿Usas la misma para todo?
La más común en todo el mundo es “123456”, seguida de “admin” y “password”. En España, echamos mano muy a menudo de “Barcelona” y de “0000”. En el Reino Unido, las más utilizadas: “Liverpool”, “Arsenal” y “Chelsea”. Hay quien prefiere fechas señaladas en su vida, un aniversario, el día del nacimiento de un hijo. Todas, fáciles de descrifrar y más si eres un hacker, un pirata informático.
Precisamente, los ataques cada vez más habituales de los ciberdelincuentes -un hogar británico está expuesto a 12.000 ataques informáticos a la semana-, han llevado al ministro de Ciencia y Tecnología del Reino Unido, Jonathan Berry, a prohibir por ley que los dispositivos tecnológicos, tengan por defecto contraseñas (password para los anglosajones), débiles.
¿Cómo se van a prohibir estas contraseñas facilonas? A partir de ahora, los fabricantes de teléfonos, televisores y electrodomésticos inteligentes, entre otros, están obligados a proteger los dispositivos conectados a Internet contra el acceso de los ciberdelincuentes. Estamos hablando también de tabletas, altavoces, consolas de videojuegos o, incluso, neveras conectadas.
¿Cómo lo van a conseguir? Cuando un usuario quiera utilizar una contraseña considerada "poco robusta" al crear una nueva cuenta, el software del fabricante se lo va a impedir y no va a autorizar esa cuenta hasta que se introduzca una contraseña que el dispositivo considere lo suficientemente segura. Un paso que convierte a Reino Unido en el primer país del mundo en proteger a los usuarios de las contraseñas por defecto que vienen en los dispositivos.
Contraseñas complejas y no se comparten ni por amor
¿Qué estándares mínimos de seguridad debe cumplir una contraseña para que sea segura? En Mediodía COPE, Alberto Rodríguez, experto en ciberseguridad, nos aconseja poner "una contraseña de más de 16 caracteres con mayúsculas, minúsculas, símbolos, números, una contraseña compleja". , por ello no podemos pretender recordarlas todas".
Porque como subraya el experto en ciberseguridad, "la forma de complicárselo a un atacante es ponérselo difícil. No debemos solo cambiar el número final cuando tenemos que cambiarla". Y por supuesto, "una contraseña por cada dispositivo, si tenemos 100 contraseñas, pues al gestor de contraseñas".
Porque si hay algo que nunca debemos haces es "apuntarlas en una libreta, en un cuaderno. Piensa en que la libreta puede ser accesible a cualquier persona. No, no se apuntan las contraseñas. Tenemos gestores de contraseñas que van debidamente cifrados, del que tenemos una copia de seguridad que se va actualizando. Nunca, nunca apuntar en un cuaderno", insiste Alberto.
¿Es seguro que los navegadores recuerden las contraseñas para evitar ponerlas cada vez? "Es cómodo, pero si dejas tu ordenador a alguien, esa persona tendrá acceso a tus contraseñas. Es cómodo, pero no lo recomiendo".
Además, el experto en ciberseguridad alerta de una costrumbre muy extendida entre los jóvenes, "se ve como un gesto de amor compartir la contraseña con tu pareja. No, no, el amor también se acaba y entonces vienen los problemas como cuando se suplanta la identidad en redes sociales", concluye.