“España ha conseguido buena imagen en la OTAN pero veremos si eso se traduce en los intereses geopolíticos”

Hoy finaliza la cumbre de la OTAN en Madrid en el que los líderes de la Alianza Atlántica están abordando las amenazas que llegan desde el flanco sur, es decir, desde Oriente Medio, el norte de África y la región del Sahel. Amenazas como el terrorismo yihadista, pero también la inmigración irregular, el tráfico de armas y la trata de personas, la crisis energética y otros factores económicos y demográficos relacionados con el hambruna o con el cambio climático. Y como te puedes imaginar...todo esto tiene un impacto directo en España, que es una de las puertas de entrada de toda esta amalgama.

Vamos a estar muy pendientes de todo lo que expongan los líderes internacionales que desde ahora comienzan con sus comparecencias de balance, pero desde luego es una cumbre muy importante porque ha supuesto una refundación de la Alianza Atlántica. La aprobación de la nueva estrategia para los próximos 10 años ha resucitado a la OTAN que ha redefinido sus prioridades para la próxima década. ¿Qué claves nos deja ese concepto estratégico?

El más importante el que cambia el papel que hasta ahora tenía Rusia. El país pasa en esa estrategia de ser considerado socio al principal problema para la seguridad y la estabilidad de la Alianza.

En el momento más delicado y sensible desde la Segunda Guerra Mundial la OTAN califica a Moscú como la principal “amenaza” para la seguridad euroatlántica y, a China, como un “desafío” que afecta a sus valores e intereses.

Este tono más fuerte sobre China es otra de las grandes novedades. Pues se observa con recelo no solo sus políticas poco democráticas sino sus movimientos de amistad con Rusia.

Y otra de las grandes claves: las mayores referencias a los peligros y riesgos del flanco sur. La nueva estrategia no menciona a Ceuta y Melilla como deseaba España pero sí que eleva su nivel de protección al referirse a la defensa de cada centímetro de los socios de la OTAN.

El concepto estratégico es la hoja de ruta que establece las tareas y los principios de la Alianza Atlántica en un entorno de seguridad que la OTAN califica de cambiante y de marcado por multitud de desafíos globales. El jefe del estado mayor de la Defensa aseguraba que gracias a esta nueva hoja de ruta tenemos unas directrices muy claras a seguir en los próximos años..

El documento habla también de riesgos geopolíticos, de rivales sistémicos, de amenazas terroristas híbridas o medioambientales, porque por ejemplo en esta nueva estrategia se equipara el uso de armas físicas con el empleo de gas o el uso de inmigrantes que se consideran agresión militar.