De fotógrafa a cabrera, sin transición

El cansancio de una vida de viajes continuos siguiendo las grandes pruebas de motocross y una enfermedad llevaron a Sara y Mikel a replantearse su estilo de vida. De vivir en plena vorágine de una gran ciudad como Barcelona se han ido a la Cerdaña una comarca de Lleida, a rehabilitar una casa en la montaña y a cuidar un rebaño que a no mucho tardar llegará a 50 cabras. Eso es cambiar de vida, incluso para que la adaptación a su nuevo ambiente fuera total acudieron a una escuela de pastores, "teníamos claro que queríamos tener un cambio de vida y también tener animales y ves que te sientes bien para seguir con tus animales, con las cabras" y lo que es mejor cuando acaba el día "cuando llego por la noche a casa me siento bien, vuelvo a estar contenta y cobra sentido lo que hacemos. Estamos orgullosos con lo que hacemos y cuando nos vayamos de aquí habremos hecho algo bueno". Irse dentro de muchos años, de momento, tienen tanto que hacer que no echan nada de menos ni la gran ciudad ni los viajes, "no, estamos rehabilitando la casa que requiere mucha energía y no echamos nada de menos la anterior vida. Lo mejor y enriquecedor de cada día es salir con las cabras, aprendemos cada día de ellas". Sara nos ha contado los dos retos que se proponen para el futuro próximo, "que el rebaño crezca llegue a 50 cabras y tener nuestro propio queso de cabra. En la escuela hemos hecho prácticas con un rebaño de cabras, he estado en Francia haciendo prácticas con el queso  y esperamos que cuando empiecen a dar leche tendremos nuestra propia quesería". Blanquita, Copo de nieve... quienes crecimos con Heidi recordamos como la pequeña y su amigo Pedro, el cabrero conocían a todas y cada una de las cabras por su nombre, a Sara, la nueva pastora, le ocurre lo mismo, "todas tienen nombre y algunas levantan la cabeza cuando las llamas", y al igual que a Pedro algún susto se han dado ya, "cuando crees que has perdido alguna al vover al establo, las estás contando y una te falta...".De fotógrafa a cabrera, sin transición