Las estafas a los seguros se duplican en tiempos de crisis: ¿Cuáles son las que más se repiten?

Dos de cada 100 siniestros por los que se pide una indemnización de los seguros, son fraudulentos. Una cifra que se ha duplicado en los últimos 10 años. En 2012 se detectó un 0’95 % y en 2022 casi un 2%.

¿Dónde hay más intentos de fraude ? Pues en Ceuta, Melilla, Murcía y Navarra y donde menos es en Madrid, Cataluña y País Vasco.

Una de las maneras con las que las aseguradoras intentan reducir estos fraudes es contratando a detectives privados: investigan a los clientes para comprobar si su versión de los hechos es real. Uno de estos profesionales es Agustín Ruiz que cada día constata, ha contado en Mediodía COPE, que los fraudes aumentan en épocas de crisis económica, "las personas necesitadas o no tan necesitadas de dinero, en épocas de crisis, recurren a tratar de engañar a las aseguradoras con múltiples procedimientos con el fin de obtener indemnizaciones".

Se intenta estafar a los seguros de muchas maneras. Hay siniestros, robos fingidos de vehículos, en empresas y se llega incluso a simular la muerte para cobrar al seguro de vida. En estos casos, lo que se pide a los familiares del cliente es el certificado de defunción, pero en algunos países, es fácil conseguir uno falso, "el problema viene cuando esos documentos provienen de países extranjeros y el problema se acrecenta cuando vienen de países que se consiguen mediante sobornos al funcionario de turno".

Según Agustín, este fraude es tan fácil como que, por ejemplo, una persona extranjera, residente en España contrata uno o varios seguros de vida en nuestro país. La familia le dice al seguro que se fue de visita a su país de origen y allí tuvo un accidente y perdió la vida. Para cobrar la indemnización, presentan el certificado falso de defunción y, con todas ellas, el “supuesto difunto” puede vivir perfectamente en otro país el resto de su vida real.

Entre los fraudes más comunes están los que tienen que ver con el coche. Especialmente cuando se ha tenido una avería que solucionarla cuesta mucho dinero, aunque en el caso de los vehículos también se recurre a fingir un accidente, "el dueño finge o bien el robo o bien un incendio del vehículo. También accidentes de coche fingidos, en los cuales, los supuestos ocupantes alegan lesiones que no sufren y lo llaman el cuponazo cervical".

Estos son los fraudes más comunes, cometidos por una o varias personas, pero también están las tramas criminales.Su porcentaje lo especifica Iñigo Lizarralde, director comercial de Mutuavenir, una empresas navarra de seguros: "una serie de personas intervinientes que se confabulan entre ellos para ir generando fraude de forma continuada y tener un enriquecimiento ilícito, claro, de parte de las compañías. Esto supone un 3 % del fraude".

En Navarra, la tasa de fraudes es especialmente llamativa. Se ha cuadruplicado en los últimos años. En 2016, había un 0,80 % y ahora está en el 3 %. Es es el porcentaje de clientes que recurren a todo tipo de engaños para beneficiarse de las indemnizaciones y que, como decimos, se ha duplicado en España en los últimos diez años.