La hermana María Chica atiende en Kenia a más de 2.000 niños: "No tienen para comer"
La religiosa realiza su labor de evangelización en uno de los lugares más pobres de la tierra, el distrito de Turkana
Madrid - Publicado el - Actualizado
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A menudo en nuestra vida, tenemos problemas: el trabajo, la enfermedad de algún familiar, el futuro de nuestros jóvenes, la soledad... Algunos de estos problemas son muy serios y literalmente muchos días nos quitan el sueño. Pero quiero que escuches estos otros: mortalidad infantil, falta de agua, desnutrición, pobreza, vidas nómadas...
Son los que cada día viven en Kenia. Sin embargo a nosotros nos parecen muy ajenos. Muy muy lejanos. Realmente la pregunta que nos hacemos es: ¿Qué hemos hecho nosotros para nacer en este otro lado del mundo en el que todo es mucho más fácil?
Allí, en Kenia, el distrito Turkana es uno de los lugares más pobres de toda la tierra por la intensa sequía que sufren. Las tribus de estos territorios son prácticamente nómadas. Van de un lugar a otro en busca de agua y de recursos. Los niños y los jóvenes se enfrentan a problemas muy serios. No tienen acceso a la educación, tampoco a medicinas y comer cada día es un reto para ellos.
Desde hace años, en medio de este distrito de Turkana, en mitad de este lugar tan árido, existe un lugar que se ha convertido en un auténtico oasis. Las Hermanas Misioneras Sociales de la Iglesia mantienen allí dos proyectos muy importantes. Tienen un casa en la que acogen a niñas cuyos padres han fallecido o no tienen capacidad para cuidarlas.
También mantienen once escuelas en las que más de 2.000 niños tienen aseguradas sus necesidades básicas: educación, alimentación, agua, medicinas. Son proyectos que llevan a cabo estas hermanas gracias a la Fundación San Patricio y a la de Pablo Horstmann.
La hermana María Chica es una de las responsables de todos estos proyectos. Ella es de Ecuador pero lleva 4 años en Kenia. Hoy nos acompaña en Mediodía COPE. Asegura que el principal problema que encuentran allí es la alimentación: “El más difícil es la alimentación, la desnutrición infantil. Además hay problemas de salubridad pro la falta de agua. También encontramos falta de medicinas y mucha falta de formación en la educación. Todos estos problemas van juntos pero la falta de alimento es el problema más grave. Si no hay agua, no hay vida. Una necesidad conlleva la otra”.
Prestan ayuda concreta a muchos niños a los que dan de comer a diario: “Los niños tienen la posibilidad de asistir a nuestros centros. Allí tienen todos los cuidados hasta los siete años. Reciben su desayuno y también se les da su almuerzo. La alimentación allí está basada en el maíz. Gracias a la colaboración magnifica que recibimos hace posible que podamos responder a todas estas necesidades”.
Este domingo la Iglesia celebra el Domund. El Domingo Mundial de las Misiones. Realmente esta ayuda es lo que hace que estos proyectos sigan en pie: “Con la ayuda de todos los donantes se van incrementando día a día las prestaciones. Con la ayuda de los donantes todo va mejorando. Tratamos de que los niños vivan felices, ellos son el futuro de la patria. Queremos prepararlos para que puedan desarrollarse dentro de la sociedad”.