Un pueblo de Cuenca, aislado por culpa de una obra: "No nos pueden dejar esto cortado tres meses”

La única carretera que les conecta con el resto de pueblos ha comenzado este lunes sus trabajos de mejora, algo que obliga a los vecinos a dar un rodeo de 60 kilómetros

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Un pueblo de Cuenca, aislado por culpa de una obra: "No nos pueden dejar esto cortado tres meses”

Redacción Mediodía

Publicado el - Actualizado

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Las obras nunca vienen en buen momento y está claro que no gustan a nadie. Ya sea por el ruido, cuando te pillan al lado de casa o, si la obra es en la carretera, por los atascos que se forman. Generalmente no suele haber más problema que ese, pero en Cuenca, concretamente en un pueblo llamado Pineda de Gigüela, de unos 70 habitantes, se han quedado prácticamente aislados debido a una obra.

La única carretera que les conecta con el resto de pueblos está en muy mal estado, llena de baches, y arreglarla era algo que todos los vecinos esperaban. Sin embargo, en cuanto los trabajos de mejora han comenzado y han cortado la carretera, los habitantes de esta localidad conquense han puesto el grito en el cielo. Y no sin razón, y es que no les han proporcionado una vía alternativa. Ahora, para poder salir del pueblo, tienen que dar una vuelta de 60 kilómetros.

Un aislamiento que puede extenderse hasta tres meses

Miguel Sáinz, teniente de alcalde de Pineda de Gigüela, denuncia en Mediodía COPE que la Diputación Provincial de Cuenca no se ha reunido para ver los detalles de la obra, como deberían haber hecho, pero sí que les ha advertido de que el corte de la carretera será de hasta tres meses, eso si no se complica la obra. “Podíamos haber organizado y haber arreglado algún camino para apañarlo así”, indica Sáinz, que asegura que se habían citado con la Diputación en la mañana de este lunes, pero desde la institución provincial les comentaron que la cita era para el viernes, con lo que deducen que les “están dando largas”.

Este lunes ha sido el primer día de aislamiento del pueblo por las obras, y las primeras consecuencias ya se han hecho notar. Uno de los niños del municipio está escolarizado en Huete, el pueblo de al lado, y no ha podido ir al colegio. La ruta escolar que suele venir a por él no ha podido llegar al pueblo. “Hoy, de momento, está en su casa”, cuenta el teniente de alcalde. “Nos han dicho que lo va a recoger un taxi, pero hoy no ha venido porque lo tienen que aprobar, con lo que veremos a ver si en aprobarlo tardan también tres meses”.

Restricciones en muchos servicios públicos básicos

Por supuesto, la ruta escolar no es la única que se sirve de esa carretera, decenas de servicios públicos van a ver modificadas sus rutas. En pueblos pequeños como Pineda, los servicios médicos, la panadería, los bancos... Todo se comparte con los pueblos de alrededor y este corte les deja aislados.

“El pan va a venir un día sí y un día no, y las medicinas que nos vienen desde Huete vendrán un día a la semana en vez de tres”, son algunas de las restricciones a las que tendrán que adaptarse los vecinos del municipio, según apunta Miguel Sáinz. Igualmente, para cualquier urgencia la farmacia y la ambulancia más cercana que tienen es en Huete. “Si fuera solo una semana, pero no nos pueden dejar esto cortado tres meses”, admite el teniente de alcalde. “Estamos encantados de que la estén arreglando, pero la manera no es la correcta”.

Desde el Ayuntamiento denuncian la falta de previsión y ya están pensando en pedir los permisos para manifestarse e intentar que la Diputación ponga el ojo en su pequeña localidad. Los 70 habitantes dependen en gran medida de esa carretera y la solución no parece estar cerca.

Hasta que se resuelva el problema la solución es el rodeo kilométrico. Al Ayuntamiento de Pineda, como a los vecinos, solo les queda esperar y cruzar los dedos para que el corte no se convierta en un problema más serio.

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