Ojo si te encuentras un décimo de lotería premiado y te lo quedas: desde un mes de multa a 2 años de prisión

El 14 de noviembre de 2020 el primer premio de la lotería nacional cayó en Cáceres. Fue el 3213 y en la ciudad se vendieron un total de 30 de estos décimos, premiados cada uno con 60.000 euros.

Uno de esos décimos agraciados -vendido en una conocida administración del centro de la capital extremeña-, no lo reclamaba nadie. Ni rastro del boleto ni de su dueño. Sin embargo, la historia cambió. Un vecino encontró el décimo en una papelera. Decidió comprobar si estaba premiado y, efectivamente, en el comprobador de premios ponía que le correspondían 60.000 euros.

La persona que se lo encontró podía haber acudido a cualquier administración y cobrar el premio, pero no lo hizo. El hombre llevó el décimo a la comisaría de Policía. Además, avisó a Loterías y Apuestas del Estado para que cumplieran con lo establecido en la ley. Si nadie reclamaba el décimo premiado en dos años, el décimo pasaría a ser suyo y también el premio. La administración suspendió la caducidad del premio: los 3 meses en los que se puede cobrar desde el día siguiente al que se celebra el sorteo.

Han pasdo los dos años y como nadie ha reclamado el boleto, este ha sido entregado a este hombre. Este vecino actuó conforme a la ley hizo lo que debía que es llevar ese décimo a una comisaría.

¿Y si no lo hubiera entregado a la Policía?

Hay que tener cuidado porque en caso de no hacerlo, te puedes enfrentar incluso hasta una pena de prisión de dos años. Hablamos de penas que pueden ir desde un mes de multa a 2 años de prisión.

Tanto el Código Civil como el Código Penal establecen que quien se apropiase para sí o para un tercero de dinero o cualquier otra cosa mueble será castigado.

El Código Civil establece que se debe devolver el dinero encontrado a su anterior poseedor. Y si este no fuera conocido, se debe entregar a las autoridades del lugar del hallazgo. Una vez entregado el dinero encontrado, se abre un proceso. Pueden ocurrir dos cosas: que aparezca el legítimo propietario, en ese caso nos corresponde una recompensa, que ronda la décima parte del valor del objeto.

Y la otra opción es que no aparezca en 2 años. Si pasa ese tiempo y el dueño no ha dado señales de vida, el artículo hallado pasa a ser de quien lo encontró. En este caso ese décimo premiado con 60.000 euros. Puede estar contento ese vecino de Cáceres.