Avisan del daño que provoca a los coches un producto para el mantenimiento de carreteras: "Averías de 8.000 euros"

En pleno invierno, con el riesgo constante de hielo y nieve en las carreteras, la sal se convierte en una aliada para la seguridad vial. Sin embargo, esta práctica de esparcir sal sobre el asfalto con el fin de evitar accidentes y garantizar la circulación segura de vehículos trae consigo importantes riesgos para la mecánica de los coches, una amenaza que muchos conductores desconocen.

Según el experto en motor Alfonso García 'Motorman', las consecuencias de la sal en las carreteras pueden ser muy costosas, con averías que llegan a superar los 8.000 euros. Durante una intervención en el programa "Poniendo las Calles" de Carlos Moreno El Pulpo, García alertó sobre los daños que la sal provoca no solo en la carrocería de los vehículos, sino en componentes fundamentales de la mecánica que podrían afectar la seguridad y el rendimiento del automóvil.

La sal, al mezclarse con el agua y el asfalto, forma una especie de "lodo" que se adhiere a las partes metálicas de los vehículos. Si no se retira de manera adecuada, puede generar una acumulación de residuos que, con el tiempo, ocasiona graves daños en los sistemas del coche.

Uno de los componentes más vulnerables es el filtro de aire del motor. Las partículas de sal y el asfalto pueden obstruir este filtro, lo que no solo dificulta la entrada de aire limpio al motor, sino que puede afectar el rendimiento del vehículo e incluso dañar el motor si no se sustituye el filtro a tiempo.

Consecuencias económicas de la sal en el coche

Además, la sal también perjudica a otros sistemas clave del vehículo, como los frenos, los tubos de escape, los radiadores y los amortiguadores. Estos componentes, esenciales para la seguridad y el confort del conductor, pueden corroerse o desgastarse prematuramente debido a la acción corrosiva de la sal.

La acumulación de sal en estos elementos puede derivar en costosas reparaciones. Según García, los daños pueden alcanzar hasta los 8.000 euros, especialmente si los problemas se detectan tarde. La reparación de frenos corroídos, la sustitución de radiadores dañados o la limpieza de filtros obstruidos pueden resultar extremadamente caras.

En muchos casos, las averías más serias pueden ser evitadas mediante un mantenimiento adecuado. "Es fundamental revisar con regularidad las piezas metálicas del vehículo, así como realizar lavados con agua a presión, sobre todo durante los meses de invierno", recomienda Motorman. Este sencillo hábito puede evitar que la sal se acumule y cause daños irreparables.

Alfonso García insta a los conductores a tomar medidas preventivas durante la temporada invernal. El lavado frecuente del vehículo, especialmente del chasis y las partes inferiores, es esencial para evitar que la sal se acumule y cause corrosión. Además, es recomendable comprobar periódicamente el estado de los filtros de aire y el sistema de frenos para detectar posibles daños antes de que se conviertan en un problema mayor.

Recomendaciones para los conductores

La sal que se esparce sobre las carreteras para garantizar la seguridad vial durante el invierno puede, irónicamente, poner en peligro la seguridad de los vehículos si no se toman las precauciones adecuadas. Las averías derivadas de la sal no solo afectan el rendimiento del coche, sino que pueden provocar un gran quebranto económico. La clave para evitar estos problemas radica en la prevención, realizando un mantenimiento regular del vehículo y prestando especial atención durante la temporada invernal.

Por tanto, no solo los conductores deben ser conscientes del peligro del hielo y la nieve en las carreteras, sino también de los efectos que la sal utilizada para prevenirlos puede tener sobre su coche.