El cambio en la vida del lotero del Centro Comercial Bonaire tras la DANA: "Vengo a echar la Primitiva porque te vi por la tele"

La tragedia de la DANA que azotó Valencia en octubre de 2022 dejó tras de sí innumerables destrozos. Entre los afectados, se encontraba Pedro, el lotero de la administración Lotería La Gran Ilusión ubicada en el Centro Comercial Bonaire. Sin embargo, su historia no es solo una de sufrimiento, sino también de solidaridad, resiliencia y esperanza. Tras el desastre, la Asociación Nacional de Administradores de Lotería (ANAPAL) lanzó una campaña solidaria que recaudó más de 88.000 euros, una cifra impresionante que ha permitido a muchos loteros afectados por el temporal seguir adelante con su actividad.

El impulso solidario

Como relataron Carlos Moreno "El Pulpo" y Borja Muñiz, presidente de ANAPAL, la iniciativa surgió casi de inmediato después de que las imágenes del desastre comenzaran a circular por los medios. "Vimos las terribles imágenes de los daños y, como loteros, sabíamos que estábamos en plena campaña de Navidad, un periodo crucial para las administraciones de lotería", explicó Borja. El impacto de la DANA en las infraestructuras de las administraciones fue devastador, con daños materiales que afectaron a equipos informáticos, mobiliario y, en algunos casos, incluso los billetes de lotería. "Sabíamos que el daño material era grande, pero lo peor era la incertidumbre sobre cómo los loteros podrían afrontar la situación sin poder vender sus décimos", añadió Borja.

Con este panorama, ANAPAL no solo ofreció apoyo logístico, sino también económico, organizando una campaña de recaudación de fondos que se dirigió directamente a las administraciones más afectadas. Esta acción reflejó la solidaridad del sector, que no dudó en unirse a la causa. "Fue un gesto mínimo en comparación con lo que necesitaban, pero imprescindible", señaló Borja. La campaña solidaria fue un reflejo del espíritu de unidad que existe entre los loteros, que saben que la adversidad puede llegar en cualquier momento y que la solidaridad es la clave para superar las dificultades.

El renacer de Lotería La Gran Ilusión

Pedro, el lotero afectado, recordó con emoción cómo vivió los días posteriores a la DANA. "Lo peor fue la época en la que ocurrió, en plena campaña de Navidad. Tuvimos que reconstruir todo, desde el mobiliario hasta el sistema informático. Lo único que se salvó fue la caja fuerte", relató Pedro. Los daños materiales fueron enormes, pero lo que realmente afectó a Pedro fue la incertidumbre de no saber qué se encontraría al regresar a su administración. "Recibí el apoyo inmediato de ANAPAL, pero también de otros loteros, muchos de ellos ajenos a la asociación. Fue un gesto de solidaridad que me permitió afrontar la situación con más calma", añadió.

Muchos de ellos vinieron a comprar décimos, incluso aquellos que nunca antes lo habían hecho. Nos decían, ‘vengo a echar la Primitiva porque te vi por la tele’

Pedro

Lotero del Centro Comercial Bonaire

La campaña no solo ayudó económicamente, sino que también permitió a los loteros reconstruir sus administraciones y seguir ofreciendo sus servicios a los clientes. En el caso de Pedro, la ayuda llegó en forma de un talón nominativo para cubrir los gastos más urgentes. Además, la comunidad de clientes también se volcó en apoyo. "Muchos de ellos vinieron a comprar décimos, incluso aquellos que nunca antes lo habían hecho. Nos decían, ‘vengo a echar la Primitiva porque te vi por la tele’", comentó Pedro, con una sonrisa de agradecimiento.

Esta solidaridad no solo vino de los loteros de ANAPAL, sino también de otros profesionales del sector que, sin pertenecer a la asociación, ofrecieron su ayuda. "Recibí llamadas de loteros de toda España. Nos ofrecieron billetes, nos ayudaron a vender, incluso nos cubrieron los gastos de envío", explicó Pedro. Este apoyo desinteresado refleja la fuerza de la comunidad de loteros, que demostró que la unión puede superar cualquier crisis.

La esperanza de un futuro

A pesar de los momentos difíciles, Pedro y su equipo nunca perdieron la esperanza. "La gente tenía muchas ganas de que abriéramos, de compartir con nosotros esa ilusión de la lotería, de la Navidad", afirmó. De hecho, la administración de Pedro logró un hito inesperado: Lotería La Gran Ilusión vendió el cuarto premio de la Lotería de Navidad y el tercer premio de El Niño, a pesar de estar cerrados durante semanas por los daños sufridos. Este éxito no solo fue un alivio económico, sino también una prueba de que la comunidad estaba dispuesta a respaldar a aquellos que lo habían perdido todo.

Pedro, con el apoyo de ANAPAL y de sus clientes, ha logrado seguir adelante. "Estamos con el chip de Navidad, pensando en la próxima campaña", afirmó con optimismo. La solidaridad que recibió durante la tragedia ha transformado la relación entre los loteros y sus clientes, que ahora se sienten más unidos que nunca.

La historia de Pedro, de Lotería La Gran Ilusión, es un ejemplo de cómo la adversidad puede ser superada gracias a la solidaridad y el trabajo en equipo. ANAPAL, con su campaña de recaudación y apoyo a los loteros afectados por la DANA, ha sido un pilar fundamental para reconstruir no solo las administraciones de lotería, sino también la confianza y el espíritu de comunidad que caracteriza a este sector.