Esta es la carretera que más cámaras de control y radares tiene del país: "No es una autopista, ni una autovía"

En los últimos días, la noticia sobre la instalación de 32 cámaras de control y radares en una carretera de España ha acaparado la atención del mundo del motor. Este ambicioso proyecto, que ya está en marcha con un presupuesto de 1,2 millones de euros, está diseñado para mejorar la seguridad vial, pero también ha generado debate sobre el uso de estos dispositivos como herramienta de sanción. A diferencia de lo que muchos podrían pensar, esta carretera no se encuentra en Madrid ni en Cataluña, y tampoco es una autopista, ni una autovía, sino una carretera convencional en las Islas Baleares. En el último episodio del programa Poniendo las Calles, Carlos Moreno ‘El Pulpo’ y Alfonso García ‘Motorman’ comentaron todos los detalles sobre esta iniciativa de la DGT.

El lugar que albergará el mayor número de cámaras de control y radares de todo el país es la carretera MA-10, conocida como la carretera de la Serra de Tramontana, una de las rutas más espectaculares de Mallorca. Esta vía conecta Andratx con Pollença, recorriendo 112 kilómetros de sinuosos trazados a través de la majestuosa Sierra de Tramontana, un paraje natural que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

A pesar de su belleza y atractivo turístico, la MA-10 es también una carretera peligrosa, con curvas cerradas y tramos que, en determinadas épocas del año, se ven especialmente congestionados. Es en esta carretera donde la Dirección General de Tráfico (DGT), junto al Consejo de Mallorca, ha decidido implementar una serie de medidas para reducir la siniestralidad, y de paso, controlar el comportamiento de los conductores y motoristas.

El proyecto está diseñado para mejorar la seguridad vial en esta carretera montañosa, que es utilizada tanto por turistas como por residentes. Según explicaba Alfonso García ‘Motorman’, la instalación de 32 cámaras de control y radares tiene como objetivo fundamental reducir la siniestralidad, pero también hay un componente importante de control sobre los comportamientos ilegales de algunos motoristas y conductores. La DGT ha identificado que los fines de semana y las noches son los momentos de mayor peligro en esta carretera, debido a la conducción imprudente de algunas personas, especialmente entre los motociclistas.

Esta es la carretera

Las cámaras y radares estarán distribuidos a lo largo de la MA-10 y serán capaces de detectar tanto el exceso de velocidad como otras infracciones. Estas cámaras no solo captarán las infracciones de velocidad, sino que también permitirán un control más exhaustivo sobre las maniobras peligrosas, como los adelantamientos indebidos o las maniobras ilegales que pueden poner en peligro la seguridad de los demás usuarios de la vía.

El hecho de que se utilicen 32 cámaras en una carretera que no es ni una autopista ni una autovía ha generado algunas críticas, especialmente entre los conductores más escépticos con el enfoque de la DGT. En el programa Poniendo las Calles, Carlos Moreno ‘El Pulpo’ subrayó que muchas veces la DGT no parece estar enfocada en la protección del conductor, sino en la recaudación de dinero mediante las multas.

Sin embargo, los defensores de la medida argumentan que la seguridad vial debe ser una prioridad, y que la instalación de cámaras es una herramienta eficaz para reducir los accidentes y sancionar a aquellos que circulan de manera temeraria. En este sentido, la implementación de estas tecnologías en la MA-10 podría contribuir significativamente a reducir los accidentes en una zona donde los riesgos son evidentes.

La MA-10 atraviesa la Sierra de Tramontana, una de las zonas más emblemáticas y frecuentadas por turistas de la isla. A pesar de su belleza, este tipo de carreteras montañosas puede ser muy peligrosa, especialmente para aquellos que no están acostumbrados a las complejidades del terreno. La DGT y el Consejo de Mallorca han decidido que es hora de tomar medidas drásticas para reducir los accidentes y las conductas imprudentes, que son una constante en esta carretera.

más cámaras de control y radares

La instalación de cámaras en la MA-10 también responde a un aumento en el número de motoristas que circulan ilegalmente, sobre todo durante los fines de semana y la noche, cuando las condiciones de visibilidad y tráfico pueden complicarse. Las autoridades esperan que el proyecto no solo reduzca la velocidad, sino también que fomente una conducción más responsable, contribuyendo a la seguridad de todos los usuarios de la vía.

El caso de la carretera MA-10 podría convertirse en un modelo para otras vías de España, si el proyecto demuestra ser eficaz. Con la implementación de tecnologías de control de velocidad y seguridad en carreteras convencionales, la DGT podría replicar este enfoque en otras zonas del país, especialmente en tramos de carreteras que presentan características similares, como alta afluencia de turistas o zonas de montaña con curvas peligrosas.