Los cerezos en flor no son el único atractivo del Jerte: un experto en viajes te descubre el valle que hay al lado

Estas semanas esta zona de Extremadura es muy concurrida por el espectáculo para la vista que suponen los árboles, pero Pedro Madera pone en valor la zona del Ambroz

Vista panorámica desde el Puerto de Honduras en Extremadura en invierno de Aldeanueva del Camino, Abadía en el Valle del Ambroz
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Poniendo las Calles

Carlos Moreno 'El Pulpo' descubre el frutiturismo con el experto en viajes y gastronomía, Pedro Madera

José Manuel Nieto

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Durante estas semanas, el Valle del Jerte en Extremadura se convierte en uno de los destinos más visitados del país. El espectáculo visual de los cerezos en flor, una de las maravillas naturales más asombrosas de España, atrae a miles de turistas deseosos de contemplar un paisaje que parece sacado de un cuadro japonés. Sin embargo, en una reciente conversación en el programa Poniendo las Calles con el experto en viajes y gastronomía, Pedro Madera, descubrimos que el Valle del Jerte no es el único rincón de la región que vale la pena explorar. A tan solo unos kilómetros de distancia, el Valle del Ambroz ofrece una experiencia igualmente fascinante y, para muchos, hasta más auténtica.

El Valle del Jerte es conocido, sobre todo, por su cultivo de cerezas, que se convierte en una delicia para los sentidos cuando los cerezos se visten de blanco durante la floración. Según Pedro Madera, el fenómeno del frutiturismo comenzó a tomar forma en este valle hace más de 30 años. “La gente empieza a llegar para ver los cerezos en flor, y, como aún no se han recogido las cerezas, se aprovecha para comprar productos derivados, como mermeladas, licores de cereza, y hasta bizcochos caseros elaborados con la fruta”, explica Madera.

Este tipo de turismo, que gira en torno a la fruta, tiene algo mágico: el viajero no solo disfruta de un paisaje espectacular, sino que también se lleva consigo el sabor de la región a través de sus productos más representativos. Entre las delicias que no te puedes perder, Madera destaca el licor de cerezas, que funciona como un excelente digestivo, y las chacinas del Valle del Jerte, que complementan perfectamente la experiencia culinaria. Aunque la cereza es la protagonista, el turismo en esta zona también puede disfrutar de la rica gastronomía local que incluye platos como las truchas de las pozas o carnes de caza.

Fotografia macro de cerezos en flor en el Valle del Jerte, Caceres

Alamy Stock Photo

Fotografia macro de cerezos en flor en el Valle del Jerte, Caceres

Pero si bien el Valle del Jerte es indudablemente impresionante, Pedro Madera pone en valor un rincón menos conocido, pero igualmente encantador: el Valle del Ambroz. Este valle, que se extiende desde Plasencia hacia Guijuelo, es menos turístico que el Jerte, pero esconde un sinfín de tesoros que merecen ser descubiertos.

Un giro hacia el Valle del Ambroz

El Valle del Ambroz no solo destaca por su belleza natural, sino también por su patrimonio cultural y gastronómico. Según Madera, “es un lugar lleno de historia, desde las juderías de Baños de Montemayor hasta su tradición sefardí, que le da un aire muy particular y único”. Además, el pimentón que se produce en esta zona es reconocido por su calidad excepcional, y las chacinas curadas al humo, colgadas en las chimeneas de las casas tradicionales, son un manjar que no puede faltar en la visita.

Una de las grandes joyas del Valle del Ambroz es su arquitectura tradicional. A pesar de que en algunas áreas los edificios han perdido algo de su encanto debido a la modernización, Pedro Madera destaca que “se están llevando a cabo esfuerzos por recuperar muchas de las casas antiguas, lo que está devolviendo a la región su autenticidad”. Este esfuerzo por preservar la arquitectura local, junto con el paisaje de montañas y valles verdes, convierte al Valle del Ambroz en un destino ideal para quienes buscan una escapatoria más tranquila y auténtica, lejos de las multitudes.

Para Madera, el Valle del Ambroz es “perfecto para una excursión tranquila, rodeado de naturaleza y con una gastronomía que te hace sentir en casa”. El contraste con la mayor popularidad del Valle del Jerte hace que el Valle del Ambroz sea el lugar perfecto para quienes buscan una experiencia más intimista, lejos de la multitud pero igualmente enriquecedora.

Frutos rojos silvestres de la rosácea en el Valle del Ambroz en invierno

Alamy Stock Photo

Frutos rojos silvestres de la rosácea en el Valle del Ambroz en invierno

Aunque el Valle del Jerte es famoso por su floración de cerezos y por ser un referente del frutiturismo en España, el Valle del Ambroz no se queda atrás. Si buscas algo diferente, más sereno y auténtico, el Valle del Ambroz es un destino imprescindible. Entre su gastronomía, su patrimonio cultural y su impresionante belleza natural, este valle ofrece una experiencia única para todo tipo de viajeros.

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