El convento de un pueblo de Lleida con menú por 18 euros perfecto para una escapada: "Donde los Reyes Magos y el carbón"

A tan solo unos kilómetros de Os de Balaguer, en la provincia de Lleida, se encuentra uno de esos rincones que capturan la esencia de la calma y la gastronomía local: el monasterio de Santa María de Bellpuig de les Avellanes. Un convento que, bajo la gestión de los Maristas, ha sabido mantener viva la tradición religiosa y cultural de la zona, al mismo tiempo que ofrece una experiencia única para los amantes de la buena comida y el turismo tranquilo.

El experto en viajes y gastronomía Pedro Madera, reconocido por su trabajo en el mundo del turismo y las revistas especializadas, ha destacado este lugar como una parada obligada para aquellos que busquen desconectar del bullicio urbano. En Poniendo las Calles, Madera habló de la belleza de este convento y sus atractivos, que no se limitan solo a su impresionante arquitectura ni a su apacible entorno natural, sino también a su cocina, que resulta ideal para una escapada.

“El menú de 18 euros es imbatible", afirma Pedro Madera, quien no duda en recomendarlo por su excelente relación calidad-precio. En un ambiente moderno, pero acogedor, el convento ofrece a los visitantes un menú tradicional que no requiere de estrellas Michelin ni reconocimientos de grandes guías gastronómicas, pero que destaca por su autenticidad y sabor. El restaurante, ubicado en un gran salón, cuenta con un servicio impecable y un espacio que invita a relajarse mientras se disfruta de una comida casera de primera calidad.

Además de su oferta gastronómica, el monasterio cuenta con un hermoso parque y jardines, ideales para pasear y disfrutar de la naturaleza circundante. Los viñedos que rodean el convento, cuidados con esmero, ofrecen una visión de orden y belleza que parece salida de un cuadro. Según Madera, caminar entre estas viñas alineadas con precisión es una experiencia casi mágica.

El convento de un pueblo de Lleida

Para quienes deseen pasar más tiempo en la zona, el monasterio ofrece también alojamiento en un hotel dentro de sus instalaciones. Con habitaciones a un precio razonable (alrededor de los 50-60 euros por noche), los huéspedes podrán disfrutar de un claustro histórico y una galería de arte que completa la experiencia cultural del lugar.

Lo que pocos saben es que cerca del monasterio se encuentra la factoría donde los Reyes Magos adquieren el famoso carbón dulce que reparten a los niños que no se han portado bien durante el año. Esta peculiaridad le añade un toque de magia a la visita, haciendo de este destino un lugar lleno de secretos y tradiciones.

"Es un sitio que te envuelve, no solo por su historia, sino por lo que representa: un refugio en medio de la naturaleza, con una gastronomía que sorprende y una atmósfera de paz ideal para desconectar", concluye Madera.

Para los viajeros que buscan una escapada tranquila, con buena comida y rodeados de un paisaje espectacular, el monasterio de Bellpuig de les Avellanes es, sin duda, un destino que vale la pena descubrir.