Una endocrina explica por qué la forma en la que masticas la comida ayuda a no engordar: "No son solo las calorías"

Expertos en obesidad también recomiendan no tomar alimentos que en poquita cantidad tengan muchas calorías porque el cerebro no lo va a regular

José Manuel Nieto

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En la lucha contra la obesidad, se han realizado importantes avances en la comprensión de cómo nuestro cerebro y cuerpo regulan el apetito y la saciedad. Irene Bretón, coordinadora del área de obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, compartió su experiencia en el programa Poniendo las Calles con Carlos Moreno 'El Pulpo', ofreciendo valiosos insights sobre cómo el proceso de masticar la comida más despacio puede ser crucial para evitar el exceso de peso. En la conversación, también destacó la importancia de evitar alimentos con alta densidad calórica, que son difíciles de regular por el cerebro.

Uno de los puntos clave que Irene Bretón destacó es el descubrimiento reciente sobre cómo el cerebro controla el hambre y la saciedad. Según los estudios, existen centros en el cerebro, específicamente en el hipotálamo, que gestionan la sensación de hambre y saciedad. Sin embargo, lo realmente innovador es la identificación de nuevas neuronas que se encuentran en el bulbo raquídeo, una zona más antigua del cerebro que también juega un papel en la regulación de la saciedad.

A través de estos hallazgos, los investigadores han comenzado a comprender cómo ciertas hormonas, como la colecistoquinina, juegan un papel fundamental en la sensación de saciedad. Esta hormona no solo está relacionada con la regulación del hambre, sino que también facilita la digestión al contraer la vesícula biliar, lo que permite un proceso digestivo más eficiente.

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Mujer comiendo comida callejera al aire libre y hablando por teléfono

Uno de los aspectos más sorprendentes de la conversación fue la mención de cómo el cerebro regula la cantidad de comida que consumimos, no solo en función de las calorías, sino también en función del tiempo que dedicamos a masticar los alimentos. Irene Bretón explicó que comer despacio y masticar bien los alimentos es fundamental para que el cerebro reciba toda la información necesaria sobre la saciedad.

El papel crucial del tiempo y la masticación

Si comemos rápidamente, o si ingerimos alimentos líquidos o altamente procesados, el cerebro no recibe la información suficiente para regular correctamente la saciedad. Esto hace que muchas personas, al no permitir que su cerebro procese de manera adecuada las señales de saciedad, sigan comiendo más allá de lo necesario.

Un concepto clave que Irene destacó fue la densidad calórica, es decir, la cantidad de calorías que contiene un alimento en relación con su tamaño. Los expertos en obesidad recomiendan evitar alimentos con alta densidad calórica, como ciertos postres o platos muy procesados, porque son difíciles de regular para el cerebro. El ejemplo clásico es la pasta con salsas muy calóricas, que, aunque puedan parecer porciones pequeñas, contienen una gran cantidad de calorías. El cerebro, al regular por el tamaño de la porción, no es capaz de identificar si hemos consumido el doble de calorías que una porción normal.

En cambio, los alimentos ricos en fibra, como frutas y verduras, requieren más tiempo para ser procesados por el cuerpo, lo que da tiempo al cerebro para enviar la señal de saciedad antes de que consumamos demasiada comida.

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Mujer caucásica joven sonriente sosteniendo una hamburguesa de pollo para comer

La endocrina subrayó la importancia de comer conscientemente, prestando atención al proceso de masticación y evitando distracciones. Comer mientras vemos la televisión o navegamos por el móvil impide que el cerebro registre correctamente la información de la comida, lo que nos lleva a comer más de lo necesario.

Avances en los tratamientos para la obesidad

La conversación también abordó el futuro de los tratamientos para la obesidad. Irene Bretón explicó que los avances en la investigación, como el descubrimiento de los mecanismos cerebrales involucrados en la saciedad, podrían llevar al desarrollo de tratamientos más efectivos para controlar el apetito. Ya existen medicamentos que actúan sobre las hormonas que regulan el hambre, pero estos están lejos de ser una solución definitiva. Aún así, los avances prometen ayudar a las personas que luchan con la obesidad, especialmente aquellas que no logran perder peso a pesar de los esfuerzos por cambiar sus hábitos.

El proceso de masticar la comida con calma y ser consciente de lo que comemos puede ser un factor decisivo en la prevención de la obesidad. La regulación de la saciedad, como ha explicado Irene Bretón, no depende solo de las calorías, sino de cómo y cuánto tiempo tardamos en consumir nuestros alimentos. En un mundo donde los alimentos ultraprocesados y de alta densidad calórica son cada vez más comunes, entender cómo funciona nuestro cerebro y cómo podemos optimizar nuestros hábitos alimenticios es clave para combatir la obesidad de manera efectiva.