Por qué no escuchas las horas del reloj si pasas por la Puerta del Sol de Madrid: "Como hace 30 años"

Es un icono que ha acompañado a los españoles en las campanadas para tomar las uvas desde el año 1866, pero está sufriendo cambios estos días

La gente se reúne en la Puerta del Sol durante la festividad del Día de Todos los Santos en Madrid, España.
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Poniendo las Calles

Carlos Moreno 'El Pulpo' y Ana Quílez te cuentan qué le pasa al reloj de la Puerta del Sol de Madrid

José Manuel Nieto

Publicado el

4 min lectura

El reloj de la Puerta del Sol es mucho más que un simple marcador del tiempo. Es un símbolo indiscutible de Madrid y de toda España. Desde 1866, ha acompañado a generaciones de españoles en momentos clave, como la celebración del Año Nuevo, cuando millones de personas siguen las campanadas para tomar las uvas. Su repique ha sido testigo del devenir de la historia, de cambios políticos, de avances tecnológicos y de la evolución de la propia ciudad. Sin embargo, estos días, al pasar por la Puerta del Sol, los madrileños y turistas se han encontrado con un inusual silencio: las campanas han dejado de sonar.

Preservar la historia

"No hay que asustarse porque esto es algo temporal", explica Ana Quílez en el programa Poniendo las Calles. Por primera vez en 30 años, el reloj ha sido sometido a un proceso de restauración y mantenimiento para asegurar su buen funcionamiento en el futuro. La persona encargada de esta labor es Pedro Ortiz, un experimentado relojero que lleva casi tres décadas cuidando del emblemático mecanismo. "Se trata de una renovación de aceites en mal estado, limpieza y pequeñas correcciones por desgaste", detalla Ortiz. Es decir, esta vez no estamos ante una reparación profunda como la que se llevó a cabo en 1997, cuando el deterioro del reloj era considerable y su restauración se prolongó más de tres meses.

Se trata de una renovación de aceites en mal estado, limpieza y pequeñas correcciones por desgaste"

Pedro Ortiz

Relojero que lleva casi tres décadas cuidando del reloj de la Puerta del Sol

La intervención se ha planificado cuidadosamente para minimizar la interrupción del servicio. "No se trata solo de apagarlo y encenderlo de nuevo", explica Ortiz. "Es un proceso delicado que debe hacerse con precisión para no afectar el mecanismo". Para ello, el trabajo se ha dividido en tres fases. La primera, ya finalizada, ha consistido en la restauración de la sonería de las horas, asegurando que el sistema principal siga funcionando correctamente. En la segunda fase, que está en curso, se está trabajando en la sonería de los cuartos de hora, esos característicos toques que anuncian las campanadas principales. "Esta parte es crucial porque es lo que escuchamos en televisión antes de las 12 campanadas", destaca Ortiz. "Esperamos tenerlo listo la semana que viene".

Un legado inigualable

El reloj de la Puerta del Sol no es un reloj cualquiera. Es una pieza única, una auténtica obra de arte de la relojería que ha resistido el paso del tiempo. Diseñado por José Rodríguez Losada, ha sido un referente en precisión desde su instalación. "Trabajamos con una obra de arte y este es uno de los mejores relojes del mundo, así que debemos tener muy presentes los criterios de restauración", enfatiza Ortiz. Cada tornillo, cada engranaje, cada pieza tiene un valor incalculable y cualquier intervención debe realizarse con extrema cautela para mantener su autenticidad.

La tercera y última fase de esta restauración, prevista para los próximos días, supondrá la parada completa del reloj durante aproximadamente diez días. Durante este tiempo, los relojeros realizarán pruebas exhaustivas, comprobarán el estado de cada componente y harán ajustes finales para garantizar su correcto funcionamiento. "Lo más importante es que el reloj vuelva a estar en perfectas condiciones sin comprometer su estructura original", señala Ortiz. Una vez completado este proceso, el reloj será reactivado sin las campanadas para una última comprobación antes de su puesta en marcha definitiva.

Plaza de la ciudad Puerta del Sol con la torre del reloj de la Real Casa de Correos en el centro de Madrid

Alamy Stock Photo

Plaza de la ciudad Puerta del Sol con la torre del reloj de la Real Casa de Correos en el centro de Madrid

La ausencia de su característico sonido puede resultar extraña para muchos, especialmente para aquellos que pasan cada día por la Puerta del Sol y están acostumbrados a escuchar su repique. Sin embargo, este mantenimiento es esencial para que este símbolo de Madrid siga marcando el paso del tiempo durante muchas décadas más. No se trata solo de conservar un reloj, sino de proteger un legado cultural e histórico que forma parte de la identidad de la ciudad.

Desde su instalación en el siglo XIX, el reloj de la Puerta del Sol ha sido un testigo silencioso de la evolución de España. Ha marcado el tiempo en épocas de bonanza y en tiempos difíciles, ha sonado en momentos de celebración y también en periodos de incertidumbre. Por ello, su restauración no es solo una cuestión técnica, sino un acto de responsabilidad patrimonial. "Cuidar este reloj es asegurarnos de que futuras generaciones puedan seguir escuchándolo", concluye Ortiz.

El edificio de Correos de noche en la Puerta del Sol de Madrid

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El edificio de Correos de noche en la Puerta del Sol de Madrid

En unos días, el reloj de la Puerta del Sol volverá a sonar con la misma precisión de siempre, recordándonos que, aunque el tiempo avanza, hay tradiciones que nunca deben perderse.

Herrera en COPE

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