Una experta en lengua de signos revela el proceso de crear uno nuevo para expresar una palabra: "Lo repetimos"
Una mutación genética en los humanos pudo ser la causa de nuestra evolución hacia el habla, pero no todos estamos en las mismas condiciones, como ocurre con los sordos

Ana María Manzano explica en qué consiste todo este mundo de la interpretación a Carlos Moreno 'El Pulpo'
Publicado el
3 min lectura
El lenguaje no solo conecta a las personas, sino que también evoluciona y se adapta a las necesidades de quienes lo usan. En Poniendo las Calles, la intérprete y experta en lengua de signos Ana María Manzano compartió con Carlos Moreno ‘El Pulpo’ detalles fascinantes sobre el mundo de la interpretación de la lengua de signos. Su intervención ofrece una visión profunda del proceso de creación de nuevos signos, y también refleja cómo la genética y el contexto cultural influyen en el desarrollo del lenguaje, incluyendo la lengua de signos.
El tema del lenguaje, en sus distintas formas, ha sido siempre objeto de fascinación para los seres humanos. En el programa, Moreno recordó un estudio reciente que sugiere que una mutación genética en los seres humanos podría ser la causa de nuestra evolución hacia el habla, aunque no todos estamos en las mismas condiciones para usar el lenguaje oral. Las personas sordas, por ejemplo, recurren a una lengua visual y gestual, el lenguaje de signos, para comunicarse.
Manzano, que ha dedicado su vida a la interpretación de la lengua de signos, explicó que uno de los retos más interesantes de su trabajo es la creación de signos nuevos para conceptos específicos que no tienen un equivalente en la lengua de signos existente. "Cuando no existe un signo para algo, lo que hacemos es crear uno", señaló. En estos casos, el proceso de creación de un signo es colaborativo. La comunidad sorda y el intérprete se ponen de acuerdo sobre el gesto o movimiento que mejor represente ese concepto, y una vez establecido, el signo se repite y se hace común para su uso posterior.

Badajoz, España - 29 de marzo de 2012: una intérprete de lengua de signos hace un gesto durante una reunión de protesta contra los recortes de austeridad
Una de las curiosidades que Ana María Manzano compartió es que, a pesar de que la lengua de signos es un lenguaje completo y complejo, no tiene un sistema universal que se emplee en todo el mundo de la misma forma. "En España, por ejemplo, tenemos dos lenguas de signos oficiales: la Lengua de Signos Española (LSE) y la Lengua de Signos Catalana (LSC)", explicó Manzano. Sin embargo, dentro de un mismo país, como en el caso de España, los signos pueden variar de una región a otra. "En Toledo, un signo puede ser diferente al de Sevilla, aunque el significado sea el mismo", destacó, subrayando la riqueza y diversidad de este lenguaje.
Lengua de signos
Otro aspecto interesante de la lengua de signos es su gramática propia, que difiere de la del lenguaje oral. Manzano detalló cómo el verbo, por ejemplo, suele situarse al final de la oración. Esto significa que, en una frase como "¿quieres un café?", en lengua de signos podría expresarse como "café quieres", modificando la estructura para adaptarse a las reglas propias de la lengua. Además, la expresión facial es crucial en la comunicación en lengua de signos, ya que puede cambiar completamente el significado de un signo, algo que resulta fundamental para comprender la intención detrás del gesto.
A lo largo de la entrevista, Manzano también explicó cómo las personas sordas aprenden su lengua materna, dependiendo de su entorno. Cuando los padres son sordos, los niños aprenden lengua de signos de manera natural, como cualquier niño aprendería un idioma oral. Sin embargo, cuando los padres son oyentes y el niño es sordo, el proceso de aprendizaje puede ser más complicado y dependerá del entorno educativo y social en el que el niño se desenvuelva.
La interpretación en contextos académicos, como en el caso de Manzano, también es una tarea compleja. "En la universidad, interpretaba todas las asignaturas para una alumna sorda", relató. En su trabajo, Manzano debía escuchar, procesar y traducir al lenguaje de signos lo que los profesores decían, manteniendo una concentración máxima para poder transmitir correctamente los conocimientos de forma simultánea.

Intérprete de lengua de signos española en un encuentro intercultural en España
Finalmente, la experta subrayó que, aunque la lengua de signos tiene una estructura distinta a la oral, es tan completa y funcional como cualquier otro idioma. "La lengua de signos tiene su propia gramática, sus propias reglas. No es solo un conjunto de gestos, es un lenguaje vivo, que está en constante evolución", concluyó.