Su hija le dice que se vaya a tomar algo y una psicóloga descubre en su hermano un cambio: "Fue tan impactante"

Macu Gortázar-Ibáñez de la Cadiniere pone este ejemplo para entender la responsabilidad que tienen los hijos con el papel de hermano mayor

Madre sentada con su hija, tomándole la mano, hablándole y enseñándole algo
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Poniendo las Calles

Macu Gortázar-Ibáñez de la Cadiniere habla sobre el síndrome del hermano mayor

José Manuel Nieto

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El peso de la responsabilidad que recae sobre los hermanos mayores es un tema recurrente en el campo de la psicología, especialmente cuando se observa desde el interior de las familias. Macu Gortázar-Ibáñez de la Cadiniere, psicóloga y experta en dinámicas familiares, lo explicaba con claridad en el programa Poniendo las Calles, donde abordó un tema que a muchos les resulta cercano: el síndrome del hermano mayor.

Una historia personal fue la que desveló el verdadero impacto emocional que puede tener ser el hermano mayor. En un momento de conversación, Macu relataba un episodio ocurrido con su propia hija, que en su corta edad de cinco años le sugirió que se fuera a "tomar algo" mientras ella se quedaba al cuidado de su hermano. "Fue tan impactante", aseguró, al descubrir en esa simple frase la carga que a veces, sin querer, imponemos a los niños que nacen en esa posición. La niña, al decirle que podía dejarla con su hermano y disfrutar de un tiempo libre, expresó sin saberlo la liberación que sentía al poder jugar sin esa responsabilidad que, según Macu, no le corresponde.

Pero, ¿qué implica ser hermano mayor? Según Macu Gortázar, cuando se tiene el rol de hermano mayor, se suelen asumir muchas más responsabilidades que en otros casos. Los primeros hijos en una familia tienen que ser, en cierto sentido, los "pequeños adultos", con el deber de cuidar y ser un ejemplo para los hermanos más pequeños. "Son los primeros en experimentar lo que es ser padre", explicó Macu, haciendo referencia a cómo los hermanos mayores suelen anticiparse en muchos aspectos de la madurez, tanto emocional como comportamental.

Padre discute con su hija sobre hechos del libro

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Padre discute con su hija sobre hechos del libro

Sin embargo, esta madurez precoz no está exenta de consecuencias. Macu advierte que un exceso de responsabilidad, sin una gestión adecuada, puede dar lugar a frustraciones y, en algunos casos, a un sentimiento de injusticia. "Es fácil que el hermano mayor se compare con el más pequeño, sobre todo cuando percibe que a él se le exige más", afirma la psicóloga. A menudo, los hermanos mayores se ven obligados a lidiar con emociones que no han aprendido a gestionar adecuadamente debido a que, en muchos casos, no se les permite vivir su niñez plenamente.

¿Qué efectos tiene en la autoestima del hermano mayor?

El exceso de responsabilidades también tiene su impacto en el desarrollo emocional y psicológico de estos niños. A medida que los hermanos mayores se ven forzados a madurar antes de tiempo, pueden experimentar altos niveles de ansiedad, estrés y, sobre todo, frustración. Macu lo ejemplificaba con una comparación entre el hermano mayor y el pequeño: mientras el hermano mayor tiene que gestionar sus emociones y sus responsabilidades, el hermano menor, que crece con una referencia adulta cerca, a veces aprende a hacer ciertas cosas antes, como caminar o hablar. Esto puede generar en el hermano mayor un complejo de competencia y frustración.

"Es natural que, cuando somos pequeños, no entendamos por qué no podemos hacer lo mismo que nuestro hermano pequeño. El hermano mayor se ve en una situación de desventaja, porque tiene que cuidar, tolerar y, en algunos casos, asumir responsabilidades que no corresponden a su edad", apuntó Macu durante la conversación.

La psicóloga también ofreció algunos consejos para los padres, alertando sobre la importancia de poner límites y entender que los hijos, aunque asuman ciertas responsabilidades por ser mayores, siguen siendo niños. En su experiencia personal como madre, Macu explicó cómo un pequeño gesto de su hija de cinco años le hizo tomar conciencia de la presión que a veces los hermanos mayores llevan a cuestas.

Retrato de una madre al teléfono ignorando a su hija.

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Retrato de una madre al teléfono ignorando a su hija.

"Mi hija me dijo, en su cumpleaños, que me podía ir a tomar algo con los padres de sus amigas, porque se quedaba con su hermano. Ese comentario me hizo darme cuenta de la carga emocional que estaba dejando caer sobre ella sin ser consciente", relató Macu, subrayando que, aunque a veces es necesario pedir ayuda al hermano mayor, los padres deben asegurarse de que esta responsabilidad no se convierta en una carga excesiva.

El equilibrio entre la responsabilidad y el disfrute

El consejo de Macu es claro: los padres deben equilibrar la responsabilidad del hermano mayor, evitando que este sienta que tiene que cuidar a su hermano o hermana constantemente. Es fundamental que el hermano mayor también tenga la oportunidad de ser un niño y disfrutar de los beneficios de su edad. Además, es necesario que los padres apliquen una coherencia en la disciplina: si se castiga al hermano mayor por una conducta, debe hacerlo también con los hermanos pequeños.

El reto, según Macu, es encontrar ese equilibrio entre darle al hermano mayor responsabilidades saludables, como ayudar en tareas del hogar, y, al mismo tiempo, permitirle disfrutar de su infancia sin la carga de ser el "adulto" en casa. "Ser hermano mayor implica ser un referente, pero eso no significa que deba cargar con todo el peso", concluye la psicóloga.

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