Un joven de Santander vuelve 25 años después a donde le salvaron la vida y ve algo que es igual: "Me sorprendí"
Javier Aizpurúa pasó muchos años yendo al Hospital de La Paz de Madrid, el lugar en el que ahora es médico residente, y regresar como profesional ha supuesto un choque
![Señal de aparcamiento a la entrada del aparcamiento del Hospital La Paz en Madrid, España](https://imagenes.cope.es/files/image_425_238/uploads/2024/12/06/675283485ee72.jpeg)
Carlos Moreno 'El Pulpo' cuenta la historia de Javier Aizpurúa Espinosa
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Javier Aizpurúa, un joven santanderino, ha tenido un regreso único y lleno de emociones al Hospital de La Paz de Madrid. Lo que hace esta historia especial no es solo su trayectoria como médico residente, sino el hecho de que este hospital fue el lugar que le salvó la vida cuando era un niño. Ahora, 25 años después, Javier no entra en las instalaciones como paciente, sino como profesional, y su regreso ha supuesto un verdadero choque emocional.
El pasado año, Javier cumplía su primer año como médico residente en La Paz, un hospital de referencia no solo en Madrid, sino en toda España. Sin embargo, lo que más destaca de su historia es cómo este joven pasó gran parte de su infancia siendo paciente de este mismo hospital, debido a una grave enfermedad. Durante años, su vida estuvo marcada por las revisiones médicas en las mismas salas que ahora recorre como parte de su trabajo.
En una reciente entrevista en el programa Poniendo las Calles, el periodista Carlos Moreno, conocido como 'El Pulpo', relataba cómo el joven santanderino regresó al hospital que le dio una nueva oportunidad de vida. Javier, al igual que muchos otros pacientes, vivió con incertidumbre los tratamientos y revisiones en La Paz, pero a diferencia de otros, no solo logró superar la enfermedad, sino que ahora tiene la oportunidad de devolver lo que un día le dieron.
![Intervención quirúrgica de Javier Aizpurua Espinosa](https://imagenes.cope.es/files/content_image/files/fp/uploads/2024/12/09/6756f41ebf1dc.r_d.542-617.jpeg)
Intervención quirúrgica de Javier Aizpurua Espinosa
"Es algo bastante bonito, porque creo que es un poco como cerrar un círculo", decía Javier Aizpurúa con emoción en sus palabras. "Al fin y al cabo, nací en Santander, pero gracias a La Paz y a los que me atendieron allí, estoy hoy aquí y estoy donde estoy. Entonces es como poder devolverle un poco al hospital lo que me dio a mí en su momento", añadió. Y es que, para Javier, este regreso no es solo una victoria personal, sino un acto de gratitud hacia un lugar que marcó su vida para siempre.
Cerrando un círculo
Uno de los momentos que más le impactó fue cuando, durante su primera guardia como residente, se dirigía hacia la cafetería del hospital, situada bajo el área infantil. "Lo que más me impresionó fue cuando estábamos yendo en mi primera guardia hacia la cafetería del hospital, que está como debajo del hospital infantil. Me sorprendí un poco ver que La Paz estaba igual que hace 25 años. Eso fue lo que más me llamó la atención, porque fue darse cuenta de decir, es que recordaba tener el recuerdo de estar andando por allí de pequeño y de ver los pasillos igual que hace 25 años", comentó Javier, dejando entrever cómo los recuerdos de su infancia se unían con la realidad presente.
El reencuentro de Javier con La Paz no fue una simple casualidad. Para él, las decisiones que le llevaron a ser residente en este hospital no fueron producto del azar, sino de un destino que le quería devolver a ese mismo lugar. "Soy un poco de los que piensan que las cosas pasan por algo", dijo Javier. Aunque en principio había considerado otras opciones como Bilbao o Valencia para su residencia, finalmente La Paz fue su tercera opción y la que acabó eligiendo. Para él, este hospital tenía algo especial, algo que le llamaba la atención. "Creo que era la vida la que me quería poner ahí", afirmó.
Uno de los momentos más emocionantes para Javier fue cuando, durante una charla con sus superiores, descubrió que el médico que le operó más de 20 años atrás seguía trabajando en el hospital. Gracias a una conferencia, ambos pudieron reencontrarse, lo que para Javier fue una experiencia profundamente significativa. "Me pareció una situación bastante bonita, el poder ver que gracias a él estoy yo no en sus manos, pero donde me dejó por así decirlo", recordó emocionado.
![Intervención quirúrgica de Javier Aizpurúa Espinosa](https://imagenes.cope.es/files/content_image/files/fp/uploads/2024/12/09/6756fce59c09b.r_d.406-1007.jpeg)
Intervención quirúrgica de Javier Aizpurúa Espinosa
Javier se encuentra actualmente en plena formación como cirujano en la especialidad de cirugía general del aparato digestivo. Su trabajo lo lleva a asistir en intervenciones de todo tipo: desde urgencias hasta procedimientos programados, pasando por intervenciones oncológicas y operaciones de vesícula. Para él, la técnica quirúrgica es solo una parte del aprendizaje. Lo que realmente le importa es el trato humano con los pacientes, el contacto directo con ellos y las lecciones que ha aprendido de sus compañeros.
Formándose para salvar vidas
"Es aprender en todos los aspectos", reflexionó Javier. "A nivel médico, a nivel de técnica quirúrgica, pero también de humanismo y de todo". Esta visión de la medicina, donde el aprendizaje no se limita a lo puramente técnico, es lo que ha marcado la diferencia en su carrera.
Aunque Javier sabe que aún le queda un largo camino por recorrer, no le importa. Está convencido de que, cada vez que entra en el quirófano o pisa los pasillos del hospital, siente el peso de la historia, tanto la suya como la de todos aquellos que confían en un sistema de salud, a pesar de las críticas que puedan surgir. Javier, más allá de los logros profesionales, solo desea estar a la altura de lo que un día hicieron por él.