La nueva criptomoneda del FBI con la que han recaudado 25 millones de dólares: "Los estafadores tienen miedo"

El servicio de inteligencia de Estados Unidos lanzó Token Mirror y han conseguido capturar a 18 personas que operaban de forma extraña cobrando comisiones a personas inocentes

José Manuel Nieto

Publicado el

3 min lectura

      
      
             
      

En un entorno cada vez más digitalizado, el auge de las criptomonedas ha traído consigo no solo oportunidades de inversión, sino también un terreno fértil para el fraude. Con una creciente actividad delictiva en este sector, el FBI ha decidido tomar medidas drásticas y ha lanzado Token Mirror, una criptomoneda que no solo busca recaudar fondos, sino también actuar como cebo para atrapar a estafadores. 

Hasta la fecha, esta operación ha permitido la captura de 18 personas involucradas en fraudes y ha logrado confiscar 25 millones de dólares, según reporta el ingeniero de telecomunicaciones y experto en Inteligencia Artificial, Juan Diego Polo, en Poniendo las Calles. La idea detrás de Token Mirror es ingeniosa.

El FBI ha identificado que muchos fraudes en criptomonedas siguen patrones similares. Imagina que alguien crea una nueva criptomoneda y comienza a operar con ella dentro de un círculo cerrado de familiares y amigos. Este "inversor" ficticio utiliza sus conexiones para convencer a otros de que su criptomoneda es un éxito rotundo.

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Moneda de criptomoneda Bitcoin acuñada en la mano con una pantalla de operaciones de mercado en el fondo

Al hacerlo, logra atraer a nuevos inversores que, al igual que las víctimas en una subasta manipulada, acaban invirtiendo dinero en una moneda que no tiene valor real. Juan Diego Polo explica que este esquema se asemeja a una subasta fraudulenta, donde unos pocos compinchados inflan el precio de un producto antes de que llegue una víctima desprevenida.

La nueva criptomoneda

Una vez que los nuevos inversores han inyectado su dinero, los estafadores desaparecen, dejando a las víctimas con grandes pérdidas. Esta dinámica ha llevado al FBI a lanzar una criptomoneda que sirva de trampa para estos criminales. Token Mirror ha sido diseñada para atraer la atención de los estafadores.

Al introducirla en mercados conocidos por la actividad delictiva, el FBI ha observado cómo algunos de estos individuos comenzaron a operar de manera sospechosa, cobrando comisiones y tratando de atraer a nuevos incautos. A través de esta táctica, se ha conseguido desarticular varias operaciones fraudulentas y detener a 18 personas que estaban perpetrando estafas.

      
             
      

El éxito de esta operación ha sido notable, no solo por las detenciones, sino también porque ha enviado un mensaje claro a los estafadores: la vigilancia en el mercado de criptomonedas se ha intensificado. Como señala Polo, "los estafadores tienen miedo". La aparición de nuevas monedas, como Token Mirror, plantea dudas en la mente de aquellos que suelen aprovecharse de los inversores desprevenidos.

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Monedas de criptomoneda sobre dólares estadounidenses en primer plano

Se preguntan: "¿Es de verdad o de mentira? ¿Me atrevo o no me atrevo?" Esta incertidumbre puede llevar a los estafadores a pensarlo dos veces antes de intentar una nueva estafa. Además, la iniciativa del FBI ha creado un ambiente más seguro para los verdaderos inversores, aquellos que buscan rentabilidad legítima en sus inversiones.

"Los estafadores tienen miedo"

La sensación de que hay un organismo vigilante en el mercado puede contribuir a disminuir el número de fraudes y restaurar la confianza en las criptomonedas. Polo destaca que "los verdaderos inversores pueden estar más tranquilos ante la sensación de que los fraudes van a disminuir".

      
             
      

Sin embargo, la lucha contra el fraude en el ámbito de las criptomonedas no es sencilla. La naturaleza descentralizada y anónima de las criptomonedas complica la detección y persecución de estafadores. Es por eso que iniciativas como Token Mirror son fundamentales. No solo sirven como herramientas de captura, sino que también son un recordatorio de que el crimen en el espacio digital tiene consecuencias.