Un nutricionista desvela a qué hora ir al supermercado para hacer la compra y ahorrar: "Tranquilos, sin prisas"

Cada español tira unos 33 kilos de comida al año, entre 250 y 300 euros en la cesta de la compra; en eso influye el momento de ir al mercado, como demuestra Pablo Ojeda

José Manuel Nieto

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

      
      
             
      

La experiencia de hacer la compra en el supermercado puede parecer una tarea rutinaria, pero la hora a la que decidimos ir puede influir significativamente en nuestro gasto y en los alimentos que elegimos. Un consejo valioso del nutricionista Pablo Ojeda, compartido en el programa "Poniendo las Calles" con Carlos Moreno 'El Pulpo', destaca la importancia de ir "tranquilos, sin prisas". 

Esta recomendación se fundamenta en un principio psicológico: el estado de ánimo y la sensación de hambre influyen directamente en nuestras decisiones de compra. Según Ojeda, uno de los factores más relevantes a considerar es el momento del día en que se realiza la compra.

Recomienda evitar ir al supermercado en horas cercanas a las comidas. "Es decir, por la tarde a las 18:00 o a las 19:00, y nunca ir en horas previas a la comida", explica. Esta sugerencia tiene una base lógica: cuando vamos de compras con hambre, estamos más propensos a ceder a los antojos y a adquirir alimentos que no teníamos planeado.

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Imagen de archivo de un supermercado

Cuando estamos hambrientos, nuestro cerebro busca satisfacer esa necesidad inmediata, lo que a menudo nos lleva a elegir productos poco saludables, snacks y comidas procesadas que, aunque atractivas, no son las mejores opciones para nuestra alimentación. Por eso es importante seguir la recomendación del nutricionista Pablo Ojeda.

A qué hora ir al supermercado

Este fenómeno se debe a que el hambre activa el deseo de consumir alimentos ricos en calorías, lo que puede resultar en un carrito de compras lleno de productos no esenciales y un gasto innecesario. Ir al supermercado en horas más tranquilas, como por la tarde, permite a los compradores tener una mente más clara y un enfoque más racional sobre lo que realmente necesitan.

La falta de presión del tiempo y el ambiente menos caótico del supermercado también ayudan a reducir el estrés, lo que puede influir en decisiones más conscientes. Cuando no hay prisa, se tiene más tiempo para revisar etiquetas, comparar precios y pensar en las compras que realmente aportarán valor a la dieta y al hogar.

      
             
      

Además, las horas de menor afluencia suelen tener un efecto positivo en la experiencia de compra. Menos gente significa menos distracciones y un entorno más relajado. Esto permite a los consumidores concentrarse en su lista de compras y evitar la tentación de comprar impulsivamente.

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Supermercado

En cambio, las horas pico, donde los pasillos están llenos y el tiempo es limitado, pueden llevar a decisiones precipitadas que resultan en un mayor gasto. Ir al supermercado después de una comida, cuando ya estamos saciados, permite reflexionar sobre lo que realmente se necesita y evita la compra de alimentos por impulso.

Hacer la compra y ahorrar

Pablo Ojeda también sugiere aprovechar la tranquilidad de la tarde para realizar una compra más eficiente. Al tener un enfoque más sereno, es más fácil identificar oportunidades de ahorro, como ofertas especiales o productos de temporada que pueden ser más económicos y frescos.

      
             
      

El impacto de la hora de compra va más allá de lo económico. Un enfoque consciente y planificado para hacer la compra puede llevar a hábitos alimenticios más saludables. Cuando se eligen alimentos con atención y se evita la compra por impulso, es más probable que se opte por productos frescos, frutas, verduras y granos integrales.