El plan de fin de semana por La Rioja ideal para ver estrellas, probar huevos de oca y hacer una ruta por varios pueblos

En La Rioja oriental, más allá de los famosos destinos turísticos como Santo Domingo de la Calzada, Haro o Nájera, se esconde un rincón menos conocido pero igual de fascinante: el Valle de Ocón. Este enclave, a solo 35 kilómetros de Logroño, es el lugar ideal para un plan de fin de semana en el que se combina naturaleza, historia, gastronomía y un cielo nocturno espectacular.

Pedro Madera, experto en turismo y gastronomía, ha recomendado esta zona como un destino perfecto para desconectar y disfrutar de la tranquilidad. En su intervención en el programa Poniendo las Calles, Madera no solo destacó sus valores naturales, sino también su rica oferta gastronómica, sobre todo el sabroso huevo de oca, una de las delicadezas que se pueden probar en este territorio.

El Valle de Ocón es un valle peculiar: aunque tiene la forma de un valle, no alberga un río, lo que lo hace aún más interesante desde el punto de vista geográfico. En este entorno natural se encuentran varios pueblos con mucho carácter, como Aldealobos, Santa Lucía, Las Ruedas, Pipaona, o Los Molinos. Según Pedro Madera, lo que más le atrae de este lugar son sus nombres y la comunidad tan especial que habita en él.

Uno de los atractivos más singulares es la posibilidad de recorrer este valle a pie, a través de una senda que conecta todos sus pueblos. Esta ruta, de unos 15 a 17 kilómetros, permite disfrutar de un paisaje variado y tranquilo, ideal para los amantes de las caminatas. Durante el recorrido, uno puede hacer una parada en alguno de los bares locales para disfrutar de un buen tapeo o, en el caso de Pipaona, degustar platos en un restaurante que, según Madera, es realmente excepcional.

El plan de fin de semana por La Rioja

Además, el valle alberga pequeños productores que ofrecen productos autóctonos, desde deliciosas chacinas y buenos asados, hasta el famoso huevo de oca, una joya gastronómica que se produce en la zona. Madera destaca el sabor de este huevo, comparándolo con el de los huevos tradicionales de pueblo, pero con un toque más intenso y primitivo. De hecho, propone una receta para disfrutar de este manjar: un huevo de oca con ralladura de trufa y patatas de Santo Domingo de la Calzada, un plato que, asegura, es absolutamente delicioso.

Otro de los grandes atractivos del Valle de Ocón es su cielo nocturno. Este valle forma parte de la Reserva de la Biosfera Starlight, lo que lo convierte en uno de los mejores lugares de España para observar las estrellas. Durante las noches despejadas, el cielo se transforma en un espectáculo de estrellas fugaces, constelaciones y una vía láctea que parece alcanzarse con la mano. Sin duda, un plan perfecto para aquellos que busquen una experiencia de astroturismo en un entorno natural.

Aunque el Valle de Ocón es principalmente conocido por su belleza natural y su cielo estrellado, también tiene un valioso patrimonio histórico. Entre sus atractivos se encuentra el yacimiento de las Parpalinas, un sitio arqueológico que revela vestigios de la antigua civilización que habitó la zona. Además, la región cuenta con algunos elementos religiosos y monumentales, como iglesias y ermitas que salpican los pequeños pueblos, que invitan a ser visitadas por aquellos que disfrutan de descubrir la historia local.

A diferencia de las zonas más turísticas de La Rioja, el Valle de Ocón ofrece una escapatoria tranquila, sin aglomeraciones ni el bullicio de otros destinos más conocidos. Los habitantes de los pueblos, que en su mayoría siguen viviendo del campo y la ganadería, son conocidos por su hospitalidad y amabilidad, lo que convierte al valle en un lugar ideal para el turismo rural. Pedro Madera recalca la calidad de las casas rurales en la zona, muchas de ellas regentadas por gente local, lo que asegura una estancia auténtica y cercana a la vida rural.

Actividades para todos los gustos

Además de la ruta a pie, el Valle de Ocón también ofrece alternativas para quienes prefieren explorar la zona de otras maneras. Para los amantes del caballo, existen rutas ecuestres que permiten recorrer el valle de forma relajada y disfrutando del paisaje desde otro ángulo. 

También es posible realizar rutas en bicicleta, lo que convierte este destino en un lugar perfecto para los viajeros activos que buscan combinar deporte, naturaleza y cultura.