Vacaciones en Paz, el proyecto que permite a niños saharauis disfrutar de un verano de ensueño

En 'Poniendo las Calles' nos gusta estar del lado de la actualidad, por esa razón traemos a los protagonistas de los hechos que son relevantes para nuestra audiencia, para que puedan conocer de primera mano, el panorama cultural, social y de entretenimiento que está ahora mismo al alcance de todos. Por esta razón nuestro esfuerzo, es poder traer todos los días a personajes relevantes para que de la mano del Pulpo y Bea, podamos conocer más a fondo cada una de estas historias de vida y lo mucho que nos ofrece su trayectoria ¡Acompañanos!

Llegamos ya al último tercio de agosto y yo siempre intento echar la vista atrás para recordar lo mucho que he disfrutado. Si algo me fascina del verano es ver como mis hijos disfrutan de él, y como ellos todos los niños. Justo ese es el objetivo que se busca desde la Asociación Amistad Saharaui. Cada año, por estas fechas, vienen niños procedentes del Sahara, dispuestos a pasar unas grandes vacaciones con unas grandes familias de acogida, que hacen una labor maravillosa. Llevaban dos años sin hacerlo porque la pandemia paralizó el proyecto que lleva todo a cabo, Vacaciones en Paz. Hoy ponemos las calles con la coordinadora de este plan, Virginia Fernández, para que nos hablé de él con todo detalle.

El proyecto se idea principalmente por la necesidad que tienen los saharauis de poder salir del encierro en el que viven. El Sahara está ocupado por Marruecos. “Surge para que los niños tengan la posibilidad de ver que hay otra vida y otras oportunidades” explica Virginia. Los beneficios que a los que los niños optan son múltiples, pero sobre todo se alejan del problema climático que existe allí, ya que las temperaturas pueden llegar a los 50ºC.

Las familias de acogida están en aumento y cada vez son más las que se suman a esta grata labor. Pero, nos cuenta Virginia que la pandemia les afectó gravemente, ya que se tuvo que paralizar el proyecto por dos años. Eso conllevó que muchos niños no pudieran volver a repetir la experiencia por edad. Hablando de edad, cabe recalcar que los acogidos pueden venir a partir de los 8 años. La coordinadora anima a vivir esta aventura, sin pensárselo dos veces: “Es una experiencia inolvidable”.