"La primera receta" del polvorón: dónde está, cómo era y la diferencia con los dulces de Navidad actuales
Alejandra Salinas explica a Beatriz Calderón esta curiosa historia en Poniendo las Calles sobre uno de los alimentos favoritos de todo el mundo
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Además de engalanar tu casa con adornos de motivos navideños y poner el árbol de Navidad, en estas fechas se suelen comprar productos más selectos que durante otras épocas del año y regalos muy especiales. Las cenas y comidas navideñas son la excusa perfecta para celebrar y gastar un poquito más de lo habitual. Los turrones, polvorones y mantecados son algunos de los dulces más típicos de Navidad en España. Después de una comilona con la familia, toca abrir una botella de sidra y acompañarla con algunos polvorones. Sobre ellos hablamos en Poniendo las Calles.
Se elabora con harina, manteca y azúcar, y que cocida al horno se deshace en polvo al comerla, y se le denomina polvorón porque al añadir la harina parece que hay polvo encima de la torta. Aunque su consumo más habitual es durante las navidades, Dependiendo de la zona, como ocurre en Navarra, se come durante todo el año y se pueden encontrar polvorones en las reposterías. A los españoles les encanta celebrar cualquier cosa comiendo y bebiendo, por lo que no pueden faltar productos típicos de Navidad en la mesa durante estas fechas, como es este.
La diferencia con los dulces de Navidad actuales
El primer lugar en el que se tiene constancia de la producción del turrón es en Jijona, antiguamente conocida como Vila Sexena. El nombre de este dulce viene, según la mayoría de expertos, de 'torrat', por ser una mezcla de frutos secos y miel tostados directamente en el fuego. Se cree que antiguamente solo se consumía este producto en Navidad por el alto coste de su producción y de su importe final en el mercado. En cuanto a mantecados y polvorones, se cree que comerlos en esta época está muy relacionado con la tradicional matanza del cerdo.
El excedente de cereales y manteca durante el siglo XVI provocó el inicio de la elaboración de estos populares dulces en Andalucía. Las matanzas suelen coincidir con la época navideña, por lo que tiene sentido que los mantecados se convirtieran en un dulce típico de la época. La diferencia con el polvorón es que estos llevan harinas de trigo y almendra sin tostar, azúcar en granillo y huevo entre sus ingredientes principales, mientras que el del alimento que nos atañe este martes, las harinas de almendra y de trigo están tostadas, el azúcar es glas y no llevan huevo.
"La primera receta" del polvorón
La traición de los mantecados y los polvorones se remonta al siglo XVI, como explica en Poniendo las Calles Alejandra Salinas, la directora de la Fundación Contemplare, que esta semana lleva a la Plaza Mayor de Madrid a primera edición de la Feria Monástica de Contemplare con productos de más de 80 monasterios de toda España. Ambos tienen su origen en Andalucía, en el pueblo sevillano de Estepa, concretamente tienen su origen más remoto en un convento de monjas clarisas. El archivo de este convento de Santa Clara conserva un documento de 1780 con lo que le encargaron a un vecino que comprara en Cádiz.
Aunque hay discordancia con la autoría de Micaela Ruiz, una vecina del pueblo dedicada a hacer las matanzas del cerdo, que se le ocurrió la idea de aprovechar la manteca del animal sobrante para hacer un dulce. Esto nos llevaría hasta el siglo XIX y el dulce pasó a otras localidades gracias a que su marido era cosario, persona que se dedicaba a llevar a otras personas o cosas de un pueblo a otro. A partir de ahí, la fabricación de mantecados y polvorones se expandió rápidamente, llegando a encontrarse hasta 120 obradores en el pueblo.