Un psicólogo descubre el secreto para tratar a los jefes en una cena de empresa de Navidad: "Muy simpático"

Si no gestionas bien ese contexto de fiesta, al día siguiente puedes arrepentirte y Rafael San Román, psicólogo especializado en empresas, da algunas claves

Una cena de empresa

José Manuel Nieto

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

El mes en el que todo gira en torno a la Navidad, también lo es el de las reuniones familiares o esas quedadas con amigos que se viene planificando todo el año. Lo son las cenas de empresa. A medio camino entre el ocio y el negocio, los ágapes laborales pueden ayudar a estrechar lazos con compañeros y jefes, pero también pueden sentirse como una obligación para empleados que piensan que ya pasan demasiado tiempo con gente con la que no les apetece ir. Sobre todo, porque están esos superiores con los que hay que saberse comportar.

Una cena

Las cenas de Navidad están pensadas fundamentalmente para los empleados, que tienen la oportunidad de estrechar lazos y compartir mesa con sus compañeros fuera del entorno laboral. La idea es fortalecer las relaciones y pasar un buen rato con el resto de la plantilla, pero no todas tienen final feliz. Es común que se sirvan bebidas alcohólicas y que, en un ambiente más relajado, los empleados se desinhiban y se comporten de manera menos formal que en el entorno de trabajo. Sin embargo, hay casos en los que algunos de estos empleados se exceden los límites.

Una cena de empresa de Navidad

Se ha convertido en un básico para las compañías que buscan una oportunidad para conocerse mejor y pasar un buen rato con la plantilla. Pero, dependiendo del comportamiento de los trabajadores durante la reunión, las cosas se pueden ir de madre. Las consecuencias pueden ir desde abrir un expediente de comportamiento hasta un despido disciplinario. Hay que tener en cuenta, que aunque la cena de Navidad es un evento, por lo general, que se realiza fuera del horario laboral, el comportamiento de los empleados sigue estando sujeto a las normas y valores de la empresa.

Es conveniente recordar que, aunque estemos fuera de la oficina, seguimos en el entorno laboral y que debemos mantener la compostura. Se recomienda que se establezca un límite de consumo de bebidas alcohólicas y que se promueva un consumo moderado. Debido al ambiente y al momento de diversión puede que nos sintamos más cercanos a nuestros compañeros, pero hay que mantener límites. También debes olvidarte del móvil, ya que se pueden llegar a publicar imágenes comprometedoras o comentarios ofensivos.

"Muy simpático"

"Yo diría que depende de cómo sea nuestro jefe", comienza Rafael San Román en Poniendo las Calles, "depende si no lo tenemos muy claro y no nos queremos meter en líos": "Yo hay un consejo que suelo dar y es procura no sentarte al lado del jefe. A no ser que te caiga bien, que sea una persona estupenda y que sea una persona con la que tienes mucha confianza, ahí no hay ningún problema, aunque siempre vas a tener que cuidar algunos códigos que no tendrías en cuenta con tus compañeros normales. Pero ante la duda, yo creo que uno siempre va a estar más relajado si procura no sentarse muy cerca del jefe".

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Un psicólogo descubre el secreto para tratar a los jefes en una cena de empresa: Muy simpático

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El psicólogo remarca que "se trata de pasárselo bien", entonces "si nos toca cerca de los jefes, tener en cuenta que por muy divertido y simpático que nos parezca el ambiente que estamos teniendo, al día siguiente, o a los dos días, o a la semana siguiente, cuando sea, nos lo vamos a tener que encontrar". "Si alguien se tiene que saltar los códigos de simpatía mejor que sea el superior", apunta Rafael San Román, "que uno siempre pueda irse a la cama esa noche diciendo: me he portado bien, no he dicho ninguna inconveniencia, no me he pasado de borde, no me he pasado de simpático y siempre, ante la duda, menos es más".

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