Una meteoróloga revela si predecir los cambios de tiempo con tu cuerpo es un mito: "Hasta 48 horas antes"
La meteosensibilidad es el concepto que enmarca esa sensación por la que tu estado de ánimo o de salud cambia en función de la temperatura que haga o que haya sol
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No es equiparable al parte meteorológico, pero tiene su explicación. La cultura popular y puede incluso que tu propia experiencia dicen que esos dolores en la rodilla operada, en los huesos que padecen artritis, artrosis o enfermedades reumáticas se acentúan cuando va a llover o se aproxima un cambio brusco de temperatura. Aunque suene todo esto a broma y parezcan frases de abuelo, existen varias teorías por las que se ha postulado en la ciencia cierta relación de las variaciones de tiempo.
Pero no solo se queda ahí. En algunas personas, los cambios climáticos dicen provocar desequilibrios en las sustancias químicas del cerebro, incluida la serotonina, que puede dar lugar a la migraña. Los detonantes relacionados con el clima también pueden empeorar la cefalea ocasionada por otras causas. En el Hospital Universitario de Bellvitges hicieron unas encuestas a pacientes con enfermedades reumáticas y hasta un 70% admitió que esas enfermedades tenían que ver con la temperatura o la meteorología.
Sobre todo esto va 'Meteorosensibles', el libro de la colaboradora de 'Poniendo las Calles' y también física, Mar Gómez. Empujada por su curiosidad científica, se sumergió en el estudio de la meteorosensibilidad, una disciplina poco conocida, pero que tiene respuestas fascinantes para entender qué efectos tiene los cambios atmosféricos en nuestro cuerpo. Hasta ella misma admite que su cuerpo responde de forma diferente a los vientos que azotan su casa o a que el tiempo sea más seco.
¿Mito o realidad?
Mar Gómez asegura que "hasta 48 horas antes podemos empezar a notar cómo se avecina un cambio de tiempo", incluso aunque estemos "viendo un cielo raso, despejado" y, sobre todo, "sin tener a mano ninguna información meteorológica" como puede tener ella en su trabajo. La explicación que da la meteoróloga es que "esto parece estar muy relacionado con los cambios en la electricidad en el aire y de la presión atmosférica". "Cuando se aproxima una borrasca notamos un cambio de presión que puede ser muy brusco o muy progresivo", ejemplifica.
Pero no es el único factor que afecta a esta sensación. "También cambia la carga eléctrica del aire cuando, por ejemplo, se aproxima una tormenta", asegura. ¿Y cómo nos afecta?: "Lo habitual es que nos sintamos más inquietos antes de que llegue una tormenta y, cuando pase, nos sintamos mucho más relajados y tranquilos". La explicación es que "esto tiene que ver con la ionización del aire, es decir, con la carga eléctrica de los átomos que componen nuestra atmósfera".