¿Por qué son mejores los champús que hacen menos espuma?

Al margen de texturas, olores y colores hay otras diferencias que pasan más desapercibidas y que son de gran importancia a la hora de elegir un producto 

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María Bandera

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Usamos champú para retirar la grasa  que se acumula en el cuero cabelludo. Pero no todos los productos son iguales. Al margen de texturas, olores y colores hay otras diferencias que pasan más desapercibidas y que son de gran importancia, como la cantidad de espuma que hace cada uno de ellos. 

¿Es cierto que los que hacen menos son peores? "La espuma que producen los champús es debida a surfactantes -tanto sulfatos como no sulfatos-, que contienen", explica a cope.es Elena Martínez Lorenzo, dermatóloga en la Clínica Pilar de Frutos. "Se encargan de poder arrastrar la suciedad y la grasa con facilidad, por lo tanto, son importantes en los champús ya que sin estos la eliminación de la grasa y suciedad del cabello podría ser una labor complicada".

Pero no hay que olvidar que los surfactantes "son sustancias químicas" y que como "detergentes" que son, "tienen capacidad de irritar el cuero cabelludo".

La espuma que producen los champús es en base a surfactantes

Además, cuando los sulfatos eliminan demasiado sebo, más del recomendable, "es un problema". "La grasa no solo ensucia el cabello, también tiene un efecto protector sobre las proteínas de la estructura de la fibra capilar", recuerda la doctora.

El sebo no solo ensucia el cabello, también es un protector

Por eso explica la experta, "lo ideal es usar productos con los menos componentes posibles o al menos que contengan los necesarios". En el caso de los  olores, se consiguen en base a perfumes y aromas "por lo que pueden producir dermatitis alérgicas, por lo que lo ideal sería evitarlos".

Los champús más recomendables son los suaves

En este punto, los  champús más recomendables para la mayoría, serían  aquellos conocidos como “suaves” ya que "contienen tensoactivos suaves, no sulfatos", y no resultan tan agresivos. "Después es conveniente usar champús adaptados a cada tipo de pelo, ya que cada uno contendrá aquellos principios activos específicos para el tratamiento de patologías concretas, como la grasa o la caspa".

Hacer dos lavados no es necesario, siempre que masajeemos y realicemos un buen aclarado. "El champú debe usarse siempre con el cabello mojado, utilizar una escasa cantidad y realizar un pequeño masaje para facilitar su absorción".  Los champús con principios activos de tratamiento "deben dejarse sobre el cuero cabelludo unos minutos para permitir su actuación y después hacer un aclarado adecuado".

Es fundamental un buen aclarado, ya que la  acumulación de champú en el cuero cabelludo "puede irritar y acumular más suciedad, además de dar un aspecto apelmazado".

FRECUENCIA DE LAVADO

El champú debe usarse según la necesidad, "no todos los cabellos tienen la misma tendencia a la suciedad. Los cabellos grasos, son así por que producen más sebo,  por lo que a priori requerirán una mayor frecuencia de lavado". Sin embargo, esto puede convertirse en un arma de doble filo "ya que la eliminación excesiva de la grasa puede servir de estímulo para las propias glándulas sebáceas del cuero cabelludo y producirse una sobreproducción de grasa". 

Además el sebo protege de daños externos la estructura proteínica del cabello, "por lo que no debe de abusarse ni de la frecuencia de lavado, ni de la cantidad de champú utilizado".

¿Cambiar cada cierto tiempo de champú?

"Tanto la piel como el cuero cabelludo sufren un fenómeno conocido como “taquifilaxia”, este ocurre sobretodo con los medicamentos, en los que un uso repetido de los mismos puede conducir a una disminución de su efecto", por lo que la doctora Martínez Lorenzo recomienda cambiar de producto "cuando notemos que  no sigue actuando tan bien como lo hacía en un principio".

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