La dimensión novedosa en la última encíclica del Papa Francisco: una nueva cultura basada en la amistad
El periodista y sacerdote Josetxo Vera nos habla en 'Siempre aprendiendo' de la propuesta que nos hace el Santo Padre en 'Fratelli Tutti'
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Aquí seguimos con la Fratelli Tutti, una encíclica profunda y larga que el Papa Francisco firmaba el 3 de octubre en Asís. La primera semana hablábamos del sueño de una nueva humanidad y en esta segunda semana vamos a hablar de una nueva cultura basada en la amistad.
El Papa Francisco nos dice que la amistad es un regalo de la vida y un don de Dios. Los amigos nos pulen en la vida, nos van quitando malas caras y nos van ampliando el corazón y el horizonte. Esta es la nueva cultura que nos habla el Papa Francisco en Fratelli Tutti. Entre las preocupaciones que él siempre tiene están las cuestiones sobre la fraternidad y la amistad social. En este documento nos llama a todos, una vez más, a salir de nosotros mismos.
Es verdad que en un momento dado de nuestra vida miramos el esfuerzo de hacer amigos como una carga y nos empieza a pesar tener nuevas relaciones de amistad. Sin embargo, el Papa Francisco nos dice que a este trabajo hay que dedicarse siempre, ampliar el círculo de nuestras relaciones saliendo de nosotros mismos, fuera de nuestras fronteras, buscando a los más vulnerables.
Podemos ayudar a la gente que está en dificultades con nuestro tiempo, compañía y amistad. Si miramos en el bagaje de nuestra vida, lo más importante lo tenemos en nuestros amigos, en la gente con la que siempre se puede contar en ellos. No podemos olvidar la amistad también, especialmente, en este mundo digital. Hay que generar ámbitos de encuentros en el lugar digital para la amistad entre personas.
¿Quién está en el origen de esta idea? San Francisco de Asís es la aspiración para el Papa Francisco y se ha contado muchas veces que el cardenal que tenía al lado durante el conclave le dijo: “No te olvides de los pobres”. Allí le surgió la idea del nombre y es inspiración para esta encíclica. San Francisco de Asís sentía una relación personal de amor, de amistad y de hermandad con toda la creación y con todas las personas que tenía a su alrededor.
Aquí tenemos una idea importante para nuestra vida cristiana: el Papa nos invita a una nueva cultura basada en la amistad donde buscamos las relaciones con las otras personas, pero no para cambiarles a ellos sino para ayudarles a ser lo que son para que, en ese encuentro, haya un intercambio fecundo del “bien ser”.
Otra idea de Fratelli Tutti es salir de nosotros mismos. El ser humano se hace más humano a través de estas relaciones de amistad. Nos damos cuenta de que necesitamos a los demás para conocernos a nosotros mismos. La vida se mantiene como un vínculo de personas que se aman y cuando se construyen las relaciones sobre esos lazos de fidelidad entonces el hombre acaba conociéndose mejor a sí mismo y sirviendo mejor a los demás.
La llamada del Papa es fuerte, tenemos que salir de nosotros mismos. Hay también un peligro fuerte, el peligro del individualismo y el Papa lo denuncia con mucha fuerza. Cada uno de esos que vive para él mismo se deshumaniza en esa relación y por eso Francisco nos invita a llegar a más gente. Cuanto más amplio es el tejido de personas con las que nos tratamos, mejor nos vamos a conocer a nosotros mismos.
El Papa Francisco cuando habla del círculo de las relaciones habla de una amistad social. No es solo el grupo de personas que está cerca de nosotros, es un grupo que abarca a toda la sociedad, que se extiende más allá de nuestras fronteras y que permite hacer proyectos universales. Es darnos cuenta de cuanto vale cada ser humano y que cada persona vale lo mismo que yo. Hay que mirar desde arriba y darnos cuenta de la radical igualdad de todos los seres humanos y sobre esa igualdad se sostiene la sociedad a la que nos está llamando Papa Francisco.
El paso siguiente es reconocer a cada persona como un hermano. “Reconocer a cada ser humano como un hermano en el que se puede vivir la amistad social y que nos integre a todos” nos dice el Santo Padre.
Para llegar a esto el Papa nos pide caminar por una serie de sendas en relación a esa amistad social. La senda con los sectores que están empobrecidos, con las personas vulnerables, buscar a las personas con las que nos separan las ideas, las opciones políticas y encontrarnos con los que están metidos en la trinchera de enfrente.