Carta del obispo de Astorga: «El camino que lleva a Jesucristo»

Jesús Fernández recuerda las palabras del Papa Francisco, quien al referirse a los Reyes Magos asegura que «enseñan que se puede comenzar desde muy lejos para llegar a Cristo»

jesusfernandezgonzalez

Redacción digital

Madrid - Publicado el

3 min lectura

Cuando esta Carta llegue a sus manos, muchos niños y niñas estarán gozando de sus juguetes favoritos, mientras Vds. disfrutan contemplándolos. Cada año, al llegar estas fechas, se repite la escena que rememora el momento en que llegaron a Belén a adorar al Niño Dios tres estudiosos de los astros a los que conocemos con el nombre popular de Reyes Magos. Melchor, Gaspar y Baltasar ofrecieron a Jesús tres regalos con un sentido alegórico: el oro que honra la realeza de Jesús, el incienso que representa su divinidad, y la mirra, expresión de su santa humanidad que acabará en muerte y sepultura.

Como dice el Papa Francisco, “los Magos enseñan que se puede comenzar desde muy lejos para llegar a Cristo”. Efectivamente, ellos no lo conocían, pero se dejaron guiar por una intuición y por una estrella para llegar hasta un niño lleno de misterio, encarnación del mismo Dios. En una de mis últimas cartas contrastaba el talante de los posaderos de Belén y del propio rey Herodes con el de los pastores y el de los Reyes Magos. Frente a la avaricia de los primeros y la ambición del segundo, la pobreza y la sencillez, la apertura a la trascendencia, allanaron la senda hasta el portal de pastores y Magos.

De lejos han partido muchos indiferentes, agnósticos e incluso ateos que, gracias a una obra musical, a la inmensidad del cielo, al insondable mar, iniciaron el camino que les conduciría a la fe. Desde un punto lejano partieron también otros muchos que se encontraron con el testimonio vivo y convincente de cristianos que abrieron grietas en su muro de seguridad y los llevaron a vislumbrar la verdad, la belleza y el bien que encierra el Evangelio de Jesucristo y los que lo hacen vida propia.

El Papa Francisco se atreve también a asegurar que los tres Reyes, “llegados a su país, habrán contado este encuentro sorprendente con el Mesías, inaugurando el viaje del Evangelio entre las gentes”. Y sigue diciendo: “Contemplando esta escena en el belén, estamos llamados a reflexionar sobre la responsabilidad que cada cristiano tiene de ser evangelizador”.

Sin lugar a dudas, los creyentes, los que nos hemos encontrado con el Señor después de un camino más o menos largo, los que hemos experimentado la alegría del Evangelio, hemos de dar a conocer al Mesías a los que no tienen noticia de él. Y lo haremos con la palabra, pero sobre todo con los gestos sencillos y con el testimonio de vida.

Hablando de gestos sencillos, permítanme que les relate una historia rescatada de un programa televisivo nocturno, una perla preciosa que llegó hasta mi teléfono vía WhatsApp. Se trata de un experimento realizado con un varón y tres mujeres, todos ellos cercanos a cumplir cien años; también con un niño y tres niñas de siete. Alguno de los mayores indicó que los regalos que recibían en su niñez eran naranjas, higos, castañas… El balón o la muñeca que soñaban, nunca llegó. Dejando atrás los recuerdos, se les pidió que escribieran la carta a los Reyes Magos. Cada uno de los ancianos pidió una cosa: estar con la familia, paz para el mundo, salud… Los niños pidieron más de diez cada uno; seguro que se lo imaginan: un ordenador, un iPad, un iPhone, la Nintendo… Preguntados por la diferencia, los pequeños dieron con la clave: “ellos piden para los demás, nosotros, lo que nos gusta”.

Puestos a elegir, me quedo con la sabiduría y la generosidad de nuestros mayores. Al mismo tiempo, me consuela pensar que los pequeños tomaron nota. Aprender a compartir, pensar en los demás, puede ser un primer paso para llegar a Jesús. Y la familia, un buen lugar para darlo. Que Dios les bendiga.

+ Jesús Fernández González

Obispo de Astorga

nuestros programas

ECCLESIA ALVARO SAEZ

Ecclesia

Con Álvaro Sáez

Domingos a las 13:00h