Carta del obispo de Jaén: «DOMUND 2022. Seréis mis testigos»

Esta jornada misionera debe servir como momento de dar las gracias. Por los que han sido, por los que son y por los que serán

sebastianchico

Redacción digital

Madrid - Publicado el

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Octubre es sinónimo de Misiones. Este mes nos recuerda cada año, desde hace 200, ese mandato de Jesús, “id por todo el mundo y anunciad el Evangelio”, que Obras Misionales Pontificias hace vida a través de la campaña del DOMUND.

Este año, en el que el DOMUND llega a esa cifra redonda del 200 aniversario al servicio de la Misión, regresa a su esencia con el lema que nos propone para celebrar la Jornada Mundial por la Evangelización de los Pueblos, que conmemoraremos este domingo: “Seréis mis testigos”. Porque son muchos los que, interpelados por Cristo, se sienten llamados, de una manera especial, a ser testigos en tierra de misión, con la fuerza del Espíritu Santo, y a entregar su vida en el anuncio de la Buena Noticia.

Pero este mandato evangélico no es solo para aquellos que dejan todo por Cristo, «El que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna». (Mt 19, 29), es una responsabilidad de todos los cristianos, el de ser con su vida y sus obras, testigos del Evangelio, anunciadores de la Buena Noticia, manifestadores de la salvación de Cristo por la entrega en la cruz.

En este tiempo sinodal y de conversión pastoral en el que estamos descubriendo que son muchos los que a nuestro lado: en la misma ciudad, en el trabajo, entre los vecinos, o incluso, en nuestra familia, no han tenido la oportunidad de un encuentro real con Cristo, debe ser nuestra prioridad anunciarlo, porque el mensaje de amor de Jesús es para todos los hombres de todo tiempo y lugar. Y el DOMUND de este año nos debe impulsar, a todos y a cada uno de los que formamos el Pueblo de Dios que peregrina en Jaén, a salir y anunciar, a ser testigos del Amor, con mayúsculas, que se entrega por el Hombre; la entrega hasta la muerte por todos y cada uno de nosotros.

También, esta jornada misionera debe servir como momento de dar las gracias. Por los que han sido, por los que son y por los que serán. ¡Cuántos misioneros de Jaén han dedicado su vida a la Misión! ¡Cuántos hombres y mujeres, a lo largo de la historia de la Iglesia del Santo Reino, se han sentido interpelados y enviados, lejos de su casa, para ser testigos y anunciar que “Cristo salva”!

En la actualidad, son cinco los misioneros diocesanos que, enviados por nuestra Iglesia, viven en su día a día la actualización de esas palabras de Jesús, “anunciad el Evangelio”. Y lo hacen en Ecuador, dándose por entero a los que aún no conocen el mensaje de Jesucristo. Además, son 65 los jiennenses que, en lugares distintos del mundo, son testigos cualificados que anuncian el amor de Dios por el género humano.

Desde esta Iglesia particular le damos las gracias con nuestra oración. Y con nuestra colaboración generosa, en las colectas de este domingo, también les estaremos enviando un mensaje: somos sus hermanos, agradecemos su entrega, confiamos en su labor.

Un año más, el DOMUND nos hace parte de su campaña, nos pide nuestra colaboración, y no solo económica, sino de actitud, esa que nos lleve a implicarnos de una manera directa y personal con los otros, los más cercanos que aún no conocen a Cristo, no se siente amados por Él, no conocen la grandeza de su mensaje.

Confiemos en la acción del Espíritu Santo, que como dice el Papa Francisco en su carta para esta Jornada, «El mismo Espíritu que guía la Iglesia universal inspira también a hombres y mujeres sencillos para misiones extraordinarias». Que María, Madre de las Misiones, siga suscitando vocaciones misioneras en el corazón de todos los que formamos la Iglesia diocesana de Jaén.

Con mi afecto y bendición,

+ Sebastián Chico Martínez

Obispo de Jaén