Carta del obispo de Segorbe-Castellón: «En el día del Papa»
Casimiro López Llorente reflexiona sobre el papel del Papa en el día de la solemnidad de los santos Pedro y Pablo, que la diócesis festje este domingo
Madrid - Publicado el
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En nuestra diócesis celebramos este domingo la festividad de san Pedro y san Pablo y el día del Papa; además se llevará a cabo la colecta del ‘Óbolo de san Pedro’. Lo hemos trasladado a este día porque el 29 de junio es laboral en nuestra comunidad autónoma. Queremos así facilitar su celebración a los fieles considerando la devoción que existe entre nosotros a los Apóstoles Pedro y Pablo, y los sentimientos de afecto y adhesión que profesamos hacia el Santo Padre, cabeza visible de la Iglesia de Jesús.
El Papa es el sucesor de san Pedro. Los Apóstoles, testigos directos de las palabras, vida y obras de Jesús, fueron elegidos y enviados por Él mismo para enseñar en su nombre y ser testigos de su resurrección. Entre los Apóstoles, san Pedro tiene un puesto y significado especial por voluntad expresa de Jesús. Pedro fue elegido por Jesús para ser el apoyo firme de la fe de sus discípulos y el fundamento de su Iglesia. “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (Mt 16,18) y “yo he pedido por ti, para que tu fe no se apague. Y tú, cuando te hayas convertido, confirma a tus hermanos” (Lc 22, 32), le dice Jesús a Pedro. Los Apóstoles reconocieron a Pedro la función de presidencia y de primacía. Después de ascender Jesús al Cielo, Pedro presidía la vida y las actividades de los Doce. Pedro es la piedra firme de la fe de todos los creyentes, sobre la que Jesús construye su Iglesia.
Pedro, en su tarea de anunciar el Evangelio, después de Jerusalén, va a Antioquia y finalmente a Roma, el centro del mundo conocido. Es su primer Obispo. Situarse en Roma era una manera de manifestar el destino universal del Evangelio y de impulsar la difusión de la fe cristiana por todo el mundo. Hay testimonios muy antiguos de que los Obispos se sentían vinculados a la tradición cristiana de Roma. La huella de Pedro ha dado a la Iglesia de Roma y a su Obispo el papel de referencia para todas las demás Iglesias y de ser garantía de la autenticidad de la fe y principio de la unidad de la Iglesia.
El ministerio de Pedro se perpetúa en el Obispo de Roma, hoy en el Papa Francisco. El Santo Padre garantiza la unidad en la fe de todos los cristianos, de todos los Obispos y de todas las Iglesias diocesanas. Para los católicos, la comunión en la fe con el sucesor de Pedro es la garantía para saber que nuestra fe es auténtica, que somos verdaderos discípulos de Jesús y que pertenecemos a la Iglesia fundada de Jesucristo. Acojamos de corazón y vivamos con fidelidad las enseñanzas del Papa y caminemos por los senderos que él nos va marcando. Sus palabras nos confirman en la fe y renuevan nuestra esperanza. Oremos por el Papa en especial en este día del Papa.
+ Casimiro López Llorente
Obispo de Segorbe-Castellón