Carta del obispo de Tarazona: «Nuestro plan pastoral»
En su carta de esta semana Vicente Rebollo invita a los fieles de Tarazona a participar en la elaboración del Plan Pastoral de la diócesis
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Nuestra diócesis de Tarazona es fiel a su tarea evangelizadora, existe para hacer llegar a las personas la buena noticia del Evangelio, de tal manera que se convierta en luz para todos y sepan vivir su vida desde la esperanza y la confianza en que tenemos en un Dios que nos cuida, protege, acompaña durante esta vida y luego nos llama a la vida eterna. A esta misión están destinados todos los esfuerzos que se hacen en las parroquias, arciprestazgos, delegaciones, secretariados, Vida religiosa, colegios, movimientos, religiosidad popular…
El programa presentado a principio de curso fue muy amplio y completo. Todo esfuerzo para avanzar en esta misión evangelizadora es poco, tener una actitud de continua búsqueda de los mejores medios como herramientas más propicias es un reto; implicar a todos, a los de dentro y los de fuera, una responsabilidad. Para toda esta tarea queremos contar con un instrumento muy eficaz que es la realización de un plan pastoral. Se trata de una herramienta, a modo de un tronco común que coordine y cohesione toda nuestra tarea evangelizadora, es un instrumento de comunión que une todas nuestros esfuerzos y acciones pastorales
Tiene un punto de partida que es conocer nuestra realidad, cómo nos ven, cómo nos vemos nosotros, qué aspectos positivos debemos potenciar y mantener, qué oportunidades nos ofrece nuestra sociedad, qué aspectos más débiles o negativos tenemos que corregir y qué amenazas para evangelizar tenemos que afrontar.
Qué le vamos a pedir a nuestro plan pastoral: que nos haga avanzar, crecer y profundizar en la experiencia de la fe, tener muy presente el espíritu de sinodalidad. Es decir, camino compartido y discernimiento comunitario. Hará de nosotros una diócesis más misionera, hará que estemos más cercanos a todas las personas, y así colaboraremos con la renovación de nuestras instituciones y a través de ellas será más fácil que el Espíritu vaya generando una nueva humanidad más fraterna y dinámica. Sabemos que nuestra sociedad cada vez conoce menos a Jesús y a su Evangelio, el desconocimiento de su persona avanza con cierta celeridad, el ambiente y las estructuras colaboran a este distanciamiento. Por esto, se nos impone la necesidad de nuevo ardor, nuevo espíritu, nuevas mediaciones que entre todos tenemos que descubrir e implementar. La coordinación y la cohesión de la pastoral es cada vez más necesaria. No basta con que cada parroquia, grupo, entidad realice su programación, sino que todo debe estar bien coordinado, debe responder a criterios comunes porque la evangelización es cosa de todos, sin uniformidad, pero sí con unidad.
Nos servirá, también, para la necesaria conversión personal ya que, mientras no cambiemos nosotros, por mucho que queramos cambiar las estructuras y los medios, no serán eficaces porque no llegarán al corazón de las personas, se quedarán en el exterior.
Os invito a colaborar, los más posibles; en esta publicación te ofrecemos una herramienta y un método fácil para que lo hagas.
Es la hora de ser todos protagonistas. No tengamos miedo, el Espíritu nos mueve.
+ Vicente Rebollo
Obispo de Tarazona