Así es la Guardia Suiza: los guardaespaldas del Papa desde hace más de 500 años
Desde 1506, estos soldados son la única presencia militar en El Vaticano. La única misión de estos hombres es la de velar por la seguridad del pontífice
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El Papa Francisco es una las personas más importantes del mundo. A pesar de su carácter sencillo y su preocupación por la pobreza y las periferias, el pontífice también es la Cabeza de la Iglesia. Esa vocación de servicio a todos los católicos y el calado de sus mensajes le han convertido en uno de los personajes más influyentes en la actualidad.
El pontífice está al frente de una institución que fundó Cristo hace más de 2.000 años y que cuenta con alrededor de 1.000 millones de fieles. Para que todos los papas hayan podido ejercer esta misión, una de las claves pasa por su seguridad. Esa es la labor de los guardaespaldas del Papa, la conocida como "Guardia Suiza".
Quizás sean más conocidos por su atuendo colorido, su armamento medieval, o por ser una de las fotografías más buscadas por los turistas en El Vaticano. Sin embargo, estos soldados encarnan una tradición y un encargo de más de 500 años: proteger al papa.
Así es el guardia suizo: católico practicante, hombre, de reputación intachable...
Los miembros de la Guardia Suiza poseen un perfil muy concreto. Todos ellos profesan y practican la fe católica. Se trata de un cuerpo exclusivamente masculino, de hombres entre 19 y 30 años. Su labor principal pasa por garantizar la seguridad del pontífice, pero también del corazón de la Curia romana, El Vaticano. Además, reciben a turistas y peregrinos y custodian lugares muy valiosos para la cristiandad como la tumba de San Pedro.
Sólo pueden acceder a este encargo de honor los ciudadanos suizos o personas que hayan obtenido la ciudadanía. Así, se busca seguir cumpliendo con la esencia de este cuerpo militar que lleva 513 años protegiendo papas.
Todos los integrantes deben ser, inicialmente, solteros. Para poder casarse siendo parte de la Guardia Suiza, deben tener a partir de 25 años y cinco de servicio cumplidos en el cuerpo y comprometerse a tres años más.
Su reputación ha de ser irreprochable, ya que su misión es servir al Papa. Su formación y estado de salud han de ser también buenas. Los valores del ejército, como la disciplina o la camaradería, son necesarios para ingresar. El servicio mínimo al que se comprometen es de 26 meses.
Guardaespaldas del Papa desde 1506
La Guardia Suiza que protege hoy al Papa Francisco sigue los pasos de sus antepasados, que comenzaron esta tarea en 1506. El Papa Julio II convocó a su lado a 150 mercenarios helvéticos (antigua Suiza) Por el valor de sus servicios y su reputación como los mejores soldados del momento, les concedió el título de "protectores de la libertad de la Iglesia".
Estos militares luchaban en las filas de países como España, Francia o Italia durante el siglo XVI. Además de su eficacia militar, se les reconocían valores como la nobleza y la lealtad. Hasta 1870, formaban parte de las tropas que protegían y estaban a disposición de los estados papales. A partir de entonces, serían el único cuerpo militar en El Vaticano y con el único y exclusivo cometido de velar por el pontífice.
Desde los Pactos de Letrán de 1929 cuentan con una iglesia dedicada a ellos, la de San Pellegrino, en Roma.
Sus uniformes siguen la línea de los que, según la historia, lucían los primeros guardias suizos. El colorido y diseño de sus trajes responde a los colores utilizados por el pintor Rafael y al Renacimiento. Esos trajes se completan con una armadura, un casco con penacho de plumas y una alabarda. No obstante, la indumentaria puede variar en función de la graduación o de la misión concreta.