El emotivo testimonio de la madre que ha perdonado a los asesinos de su hijo

Parecía que iba a clamar justicia por el secuestro y asesinato de Norberto Ronquillo, su hijo. Pero Norelia Hernández dió una lección de perdón y fe. Norberto, estudiante de Mercadotecnia Internacional en la Universidad del Pedregal, México, fue encontrado sin vida el pasado 10 de junio.

Norelia y su familia son católicos y creen que la muerte de su hijo "puede cambiar la sociedad". En una entrevista explicó que la falta de valores, falta de amor y servicio, están empeorando la sociedad. "Querían que yo politizara esto, y sé que nos falta mucho como país, pero también sé que, hablando como madre, estamos fallando como padres y como sociedad. Nos faltan muchos valores, no estamos haciendo nuestra tarea, no estamos inculcando el amor y el servicio", contó.

Norelia explicó que los distintos ámbitos de la sociedad, comenzando por la familia, Iglesia y gobierno deben colaborar para que no vuelva a suceder lo que le ocurrió a su hijo. “Estamos con un cáncer social tremendo, y en una parte son las autoridades, pero también nosotros no hacemos nada, nos hemos vuelto insensibles. Este cambio se logra desde la fe, desde el amor, desde el núcleo. Entre todos sí podemos hacer algo. De la mano, sociedad, Iglesia y gobierno hay muchas cosas por hacer”.

Cuando preguntaron si exigiría la renuncia de Claudia Sheinbum, jefa del Gobierno, o del presidente López Obrador, pidió otra cosa. Norelia pidió a toda la sociedad que esté unida por la educación. No podemos dejarle todo al gobierno...se trata de trabajar unidos como ciudadanos, como padres de familia, y que cada quien, en su casa, haga lo propio para formar niños con ‘bases’ y con ‘moral’ que no sigan cometiendo estos crímenes". Por ello, llamó "a sumar esfuerzos para llenar los huecos legales que existen en la administración de justicia para agilizar los trámites cuando ocurren estos casos y para hacer un adecuado uso de las tecnologías contra la inseguridad".

La madre de Norberto fue entrevistada en el Semanario Católico "Desde la fe", en la Basílica de Guadalupe, donde llevó 22 flores blancas para agradecer cada año de vida de su hijo: