Las tres monjas españolas que han impresionado al Papa Francisco: las va a visitar en su viaje a Marruecos

El próximo sábado el Papa Francisco inicia su viaje a Marruecos, y entre los actos previstos, nos fijamos en la visita a un Centro Rural de Servicios Sociales que lleva una comunidad de Hijas de la Caridad españolas.

A primera hora de la mañana del domingo el Papa se desplazará a Temara, en una zona rural a unos veinte kilómetros de Rabat. Allí se encuentra el Centro Rural de Servicios Sociales que dirigen las hermanas Gloria, Luisa y Magdalena, tres hijas de la Caridad españolas que dan asistencia a enfermos psiquiátricos, cuidan de los niños desnutridos, dan apoyo escolar y sobre todo se han convertido en un centro de referencia para quemados, en el que todas las curas son gratuitas.

Este centro es la única presencia cristiana en la zona, y la hermana Gloria subraya que la relación con los musulmanes es maravillosa. También las cinco mujeres contratadas que trabajan en el centro son musulmanas, y forman con las hermanas una verdadera familia. En el comedor escolar atienden diariamente a unos 110 niños entre 3 a 15 años, que participan en un programa de control de peso. También se ayuda a los recién nacidos con la lactancia materna. 

El centro ofrece además un programa para la promoción de la mujer en el que participan 35, la mayoría de ellas son madres de los niños que acuden al Centro. Aprenden a coser los martes y jueves, mientras que los lunes y miércoles reciben cursos de alfabetización. Por su parte, los niños tienen un refuerzo en francés, árabe y matemáticas desde el primer año de la escuela primaria hasta que alcanzan el diploma de escuela secundaria.

Además, las tres hermanas realizan visitas domiciliarias para ver en qué condiciones viven las familias y así poder ayudarlas mejor. El secreto de toda esta actividad desproporcionada para estas tres religiosas y las cinco mujeres contratadas que trabajan con ellas lo explica con sencillez la hermana Gloria: "Nuestro viaje comienza desde la primera hora de la mañana con la oración, pidiendo fortaleza a Dios”. Eso es lo que permite que no se cansen y que lo hagan todo con alegría.