Los monjes del siglo XVII que hicieron el ayuno de Cuaresma a base de cerveza

Fabricada por ellos mismos, estos frailes alemanes consumieron la cerveza rica en nutrientes y con poco alcohol. Un periodista decidió imitarles en 2011

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Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

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Una de las palabras clave de este tiempo de Cuaresma es el ayuno. Una práctica que consiste en hacer una sola comida al día y renunciar a comer entre horas o a algún capricho. El sentido, practicar la penitencia, la preparación, en sintonía con el ayuno de Jesús en el desierto. Ese ayuno se exige en unos días concretos, pero los ha habido que lo han practicado durante toda la Cuaresma...a base de cerveza.

Es la historia de unos monjes alemanes del siglo XVII. Estos frailes de la Orden de los Mínimos de San Francisco de Paula consumieron sólo esta bebida durante los cuarenta días de este tiempo litúrgico.  Ellos no podían comer alimento sólido en Cuaresma, por lo que decidieron, además, fabricar su propia cerveza

Ese líquido era especial, de su propia factoría. La preparación estaba cuidada con detalle. Su cerveza tenía alto contenido de nutrientes y carbohidratos que les ayudaba a soportar el ayuno. Era una cerveza consistente y...con bajos niveles de alcohol. Su consistencia hacía que se la conociese como el "pan líquido". Más tarde, ese "pan líquido" se convirtió en un producto que los monjes fabricaban y ofrecían a los pobres

Un ayuno a base de "pan líquido" en el siglo XXI 

Esta historia cruzó Alemania hasta Estados Unidos. Allí, un periodista cristiano, J. Wilson, al conocer la historia en 2011, aceptó el reto de los monjes. El informador de Iowa se comprometió a seguir la propuesta de los frailes durante la Cuaresma. Así, bebía cuatro cervezas cada día de la semana y el fin de semana cinco. Todo este proceso, lo hizo con la supervisión de un médico

El resultado final fue positivo. Para él fue una experiencia "transformadora" y que no le había dañado a la salud, según cuenta en un blog de la CNN. Reconoce que al principio le costó, hasta que "mi cuerpo cambió el hambre por el enfoque" del ayuno. Ese cambió supuso también que perdiera alrededor de 11 kilos

Wilson escribía sobre su experiencia durante el ayuno en el blog. Eso le sirvió para hacer otro: de medios de comunicación. Muchos eran los compañeros que le querían entrevistar, pero él se negó. Quería vivir espiritualmente el ayuno, más allá de la ocurrencia de hacerlo con cerveza. 

“Me di cuenta de que los monjes debieron estar muy conscientes de su propia humanidad e imperfecciones. Para volver a Dios, ellos realizaban esta práctica anualmente que no sólo implicaba un sacrificio, sino que los hacía enfocarse y los ayudaba a redescubrir sus propias deficiencias en un esfuerzo por perfeccionarse continuamente”.

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