Un padre profesor y un hijo alumno defienden la asignatura de religión

Juan Pablo –hijo- tiene 23 años. Estudia arquitectura y dice sin miedo que él “estudió religión” en toda su etapa de estudiante. Su padre, también Juan Pablo, es profesor de religión en el mismo colegio concertado que estudió su hijo. Juan Pablo ‘hijo’ asegura que “soy cristiano desde siempre, pero aun así hay que confirmar tus propias creencias”

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“No solo estamos hablando de conocimientos o de historia, sino también de aportación de valores. A mí la religión me ha aportado muchos valores para aplicar a la sociedad” afirma el Juan Pablo ‘alumno’. Y el Juan Pablo ‘padre’ lo confirma: “A mis hijos igual que a mí, nos ha enriquecido interiormente”.

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La asignatura de religión se ha puesto en entredicho con el nuevo gobierno de Pedro Sánchez. Pero los protagonistas, es decir: los hijos, los padres, los alumnos y los profesores tienen algo que decir.

Es el ejemplo de estos dos protagonistas. Padre e hijo, que además de ser familia, coincidieron como profesor y alumno en el mismo colegio, gracias a la asignatura de religión: “a mí la asignatura me ayudó a conocer a mi padre.”

Las aportaciones de la asignatura de religión

“Para opinar sobre algo hay que conocer”, en esto están de acuerdo padre e hijo. Juan Pablo ‘padre’ además anota un dato importante: “el conocimiento implica más sabiduría.”

“El concepto cristiano de la vida aporta algo más. Un cambio en la forma de ser y en la forma de actuar. Saber reaccionar ante cualquier situación de una forma distinta. Un concepto de ver las cosas desde otro punto de vista, que también es importante”, explica Juan Pablo ‘padre’.

“Uno siempre está buscando el sentido de la vida” asegura el profesor de religión, “la religión da un sentido a tu vida.” Juan Pablo ‘hijo’ nos cuenta que “al principio quizás no le di la importancia que tiene. Pero conforme fui madurando comprendí que era muy importante.”

En definitiva, Juan Pablo ‘profesor’ opina que relegar la religión a un segundo plano “es un paso atrás.” Dice que tiene que haber “un paso hacia delante, avanzar, y no quedarnos solo con ‘lo mío’. Todo enriquece.”