Fratelli tutti 4/10: Ser buen samaritano
Publicado el - Actualizado
1 min lectura
Fratelli tutti llama a ser parte activa en la rehabilitación de las sociedades heridas, que al ser arrastradas por el determinismo o fatalismo pretenden justificar la indiferencia. Desentenderse de los demás es frecuente en nuestros días, lo que fomenta una exclusión a la que gran parte de la sociedad mira con indiferencia.
Para un cristiano no es "todos debemos ser iguales". Todos somos iguales porque todos somos hijos e hijas de un mismo Padre. Esta igualdad es la fuente de la irrenunciable dignidad de todo ser humano. Y las implicaciones concretas de esta común dignidad es la que expone la encíclica.
El amor sabe de compasión y de dignidad. El amor rompe cadenas y tiende puentes. Al amor no le importa si el hermano herido es de aquí o de allá?
La cuarta semana de recorrido por la encíclica Fratelli tutti del papa Francisco se detiene en el tema "Ser el buen samaritano".
En medio de la oscuridad que estamos viviendo en nuestros días, el Papa busca luz en la parábola del buen samaritano. Esta parábola nos la enseñó Jesús hace dos mil años, pero hoy sigue interpelando a las personas de buena voluntad, más allá de sus convicciones religiosas.
¿Quién es el prójimo? Jesús pone el ejemplo del buen samaritano. Otros pasaron de largo, pero él paró conmovido al ver en el camino a un hombre herido. Se acercó, vendó y curó sus heridas. Atendió sus necesidades y lo trató con misericordia.
Hoy Jesús nos sigue diciendo que tenemos que ir y hacer lo mismo con los hombres de nuestro tiempo.