"Tenemos que pasar de una pastoral para los jóvenes a una pastoral con los jóvenes"
El cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, visitó este martes, 30 de octubre, el plató de TRECE Al Día para hablar de su participación en el sínodo
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El cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, visitó este martes, 30 de octubre, el plató de TRECE Al Día para hablar de su participación en la XV Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, celebrada en Roma del 3 al 28 de octubre con el tema Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional. El encuentro –detalló– se ha vivido con «una gran esperanza», conscientes de que «el Amor no está muerto, está vivo; y se hace transparente a través de los jóvenes».
Entre las conclusiones, el purpurado destacó «que tenemos que pasar de una pastoral para los jóvenes a una pastoral con los jóvenes», en la «que ellos sean protagonistas de verdad». «Que sientan que de verdad el pueblo de Dios es un pueblo en marcha. […] Hay una dirección que nos propone nuestro Señor Jesucristo y que ha dejado al pueblo de Dios para que entre por todos los caminos por donde van los hombres. Y en este caso por todos los caminos en donde están los jóvenes… Que pueda decir que hay un proyecto de vida, de existencia, una manera de vivir, de estar en el mundo, de construir el mundo, de pensar, de acercarnos a los hombres, de descubrir que el otro es mi hermano. Yo creo que esto es apasionante».
«La sinodalidad es un tema apasionante»
Durante los trabajos del Sínodo, el cardenal Osoro experimentó como «un signo profético de comunión» el hecho de encontrarse «con obispos de todo el mundo, en todas las situaciones, de lugares donde la iglesia está más establecida y de otros donde la misión es necesaria porque se desconoce a Nuestro Señor» o incluso de «lugares de persecución, de martirio real, donde ser cristiano es exponer la vida»; así como con jóvenes que «mostraron las perspectivas y caras que tiene la experiencia de los jóvenes cristianos en muchos lugares del mundo, y lo que ellos desean y quieren».
«La sinodalidad es un tema apasionante –abundó– que nos va a hacer reflexionar a toda la iglesia no solamente en el trabajo con los jóvenes, por supuesto, sino en el tema de la parroquia, de cómo estamos construyendo y haciendo las parroquias, de cómo estamos construyendo la Iglesia diocesana, si estamos haciendo participar a todos o no…».
En la conversación con Ana Samboal y José Luis Pérez también surgieron otros temas como los abusos. «No hay ninguna diócesis que no trabaje» para combatirlos, dijo el arzobispo, remarcando la política de tolerancia cero. De igual forma, aseguró que «la Iglesia rechaza cualquier forma de abuso» e invitó a poner la mirada en la situación de los migrantes, la precariedad laboral u otros ataques a la dignidad de las personas.
«La inhumación de Franco es una cuestión de la familia y el Gobierno»
Ya al final, aunque la entrevista estaba dedicada al Sínodo, fue inevitable que le preguntaran por el comunicado del Vaticano sobre la reunión entre el secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, y la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo. El cardenal Osoro confirmó que no se ha concretado nada sobre la posible inhumación de los restos de Francisco Franco y, como en otras ocasiones, subrayó que «es una cuestión que es de la familia y del Gobierno, o del Gobierno y de la familia, y se tienen que entender ellos. No es una cuestión que afecte directamente a la Iglesia para nada».
En este sentido, el purpurado recordó los comunicados emitidos por el Arzobispado de Madrid, en los que se aseguraba:
Desde el primer momento, hemos insistido en que un eventual traslado de los restos mortales de Francisco Franco se debería hacer con el mayor consenso posible, particularmente entre el Gobierno y la familia del difunto.
Como Iglesia no nos compete valorar la conveniencia ni la urgencia de la modificación legal; sí mostrar nuestra efectiva disposición para acoger en terreno sagrado los restos mortales de un bautizado. También volvemos a invocar la oportunidad de un acuerdo entre el Gobierno, las distintas opciones políticas y la familia del finado. Sin perjuicio de lo anterior, la Iglesia acatará el mandato legal una vez sea firme y ejecutivo.
La Iglesia católica en Madrid quiere preservar su independencia política, fomentando el espíritu de concordia entre todos los españoles y cultivando la oración para el logro de una convivencia en paz, justicia y libertad.
Asimismo, desde la sede que ocupó el cardenal Vicente Enrique y Tarancón, que tanto contribuyó a la Transición, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, pide que no se implique a la Iglesia en disputas políticas, y reitera su compromiso evangélico en la construcción de un mundo más fraterno.