La Fundación Lázaro, protagonista en la primera videollamada que hizo el Papa Francisco con motivo de la covid
La Fundación Lázaro proporciona un techo a personas sin hogar, que comparten vivienda con otros jóvenes profesionales
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Las personas sin hogar, además de un techo, necesitan superar la soledad compartiendo y creando relaciones de amistad. Hogares Lázaro explica cómo los ciudadanos aprecian las acciones que impulsan las instituciones públicas para combatir la exclusión. En Lázaro están convencidos de que tienen una responsabilidad directa con aquellos que sufren y viven en situación de exclusión. En ‘Aleluya’ hemos hablado con el responsable de comunicación de Lázaro en España, Javier Cascón. Con 22 años se ha embarcado en este proyecto que, tal y como ha comentado, le hace sentir mejor persona.
Javier ha remarcado la clave del Proyecto Lázaro: “Crear hogares y ser una familia para estas personas, ya que han vivido situaciones muy duras. Caminar juntos en la misma dirección. Las personas sin hogar tienen un potencial tremendo y se ven maravillas”, ha confesado.
Con el fin de asegurar una vida sana y pacífica para los residentes, se establecen unas normas sencillas de convivencia. Para los voluntarios hay más requisitos. El principal es ser mayor de 20 años y menor de 34, además de ser católico y comprometido. A las personas sin hogar se les exige “cero drogas, cero alcohol y cero violencia” y, además, se les pide “mantener relación y estar en contacto con la entidad de la que provienen, porque es ahí donde recibieron toda la atención de la problemática que tuvieron”.
El proyecto nació en 2006 en París, cuando dos jóvenes de 28 años, conmovidos al contemplar las personas que dormían en las calles, decidieron invitar a varias personas sin hogar a convivir con ellos. Pronto, otros jóvenes quisieron compartir su experiencia y constituyeron una primera asociación, la Association pour l’Amitié (APA) que se ocupa del proyecto en la capital francesa. El desarrollo fue tan rápido y la demanda tan intensa en otras ciudades de Francia, que uno de estos jóvenes fundó Lázaro en 2011 para desarrollar y gestionar el proyecto en el país galo y a nivel internacional.
Entre todos los pisos de Lázaro hay alrededor de 400 personas. España cuenta con dos, que acogen entre 6 y 10 personas de edades, orígenes e historias personales muy diferentes. No son mixtos. Los residentes comparten las estancias comunes y las habitaciones son individuales para así respetar la privacidad y la libertad de todos.
En Lázaro se realizan una especie de encuentros para estrechar lazos entre todos y cultivar esa familia. Por ejemplo, una vez a la semana comparten una cena juntos, organizan salidas a la montaña, realizan talleres artísticos, cocinan y quedan en los pisos para compartir actividades de ocio. “Antes de que comenzase la pandemia, hacíamos una misa los dos pisos juntos una vez a la semana”, ha explicado Javier.
El encuentro de Lázaro con el Papa Francisco
Hace un año, en torno a Pentecostés, tenían prevista una audiencia con el Papa Francisco, en el que iban a participar un total de 200 personas de Francia, Bélgica y España. Al estallar la pandemia de la covid-19 y estar confinados, Lázaro España no pudo celebrar la peregrinación de los Hogares Lázaro con el Santo Padre de manera presencial.
El responsable de Lázaro en España nos ha relatado que, ante la imposibilidad de realizar este encuentro, el Papa Francisco aceptó un encuentro con todos los hogares a través de videoconferencia: "Desde allí hicieron el primer Zoom en la historia del Papa". En esa visita online que realizaron, las personas “de calle” eran las que le hacían preguntas al Pontífice. También, tuvieron la oportunidad de compartir con él las experiencias vividas en Lázaro.