Un verano diferente para Salva: viajará a la República Dominicana para ayudar a los más necesitados

Un total de 21 jóvenes de la diócesis de Valencia viajarán este verano para colaborar con los misioneros que allí se encuentren, dentro de la iniciativa "Verano Misión"

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El verano diferente de Salva, a punto de volar hacia República Dominicana para ayudar a los más necesitados

Santiago Tedeschi Prades

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Un total de 21 jóvenes de la diócesis de Valencia, entre ellos 8 seminaristas, viajarán este verano a República Dominicana, Perú, Honduras y Mozambique para colaborar, como voluntarios, con los misioneros que allí se encuentran, dentro de la iniciativa “Verano Misión” organizada por la delegación de Misiones del Arzobispado de Valencia.

Poner en marcha este año esta iniciativa, que en 2020 no se pudo realizar debido a la pandemia, es “una alegría y un regalo de la providencia de Dios porque en enero aún no sabíamos si podríamos organizarla y finalmente se hará, con todas las precauciones y con la garantía de que los lugares a los que viajamos son seguros”, ha indicado Arturo J. García, delegado diocesano de Misiones a la Archidiócesis de Valencia.

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El testimonio de Salva

'Aleluya' ha podido hablar con Salva, uno de los jóvenes que están a punto de viajar a República Dominicana, a la provincia de San Juan en el distrito municipal de Sabaneta. “En un principio las misiones que se organizan a través de la delegación son de un mes pero por un tema de disposición voy a estar seis semanas y mi compañero 2 meses” nos ha dicho Salva.

Para Salva, las ganas de vivir una experiencia misionera le han entrado tras “algunos viajes de ocio pero también después de todo este año de pandemia. Me ha entrado la curiosidad de servir y ayudar a toda esta gente, a los más necesitados”.

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La formación a los voluntarios

Desde la organización han trabajado “teniendo en cuenta todas las medidas preventivas posibles, como la vacunación frente a la covid-19 de los participantes, la contratación de un seguro extra, la selección de destinos y el cumplimiento de las medidas sanitarias para que tanto los jóvenes como los que les reciben en las misiones estén seguros”.

“Uno de los requisitos para hacer este tipo de experiencia es hacer antes una formación viviendo algunas dinámicas de grupo, escuchar a testimonios de misionero o hacer encuentros” nos ha dicho Salva. De hecho “en la formación específica que los participantes han recibido se ha incidido en la necesidad de tener un comportamiento cuidadoso y cumplir todas las medidas sanitarias pero también queremos que disfruten de la experiencia al máximo”.

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Labor pastoral, cultural y educativa

Este viaje a República Dominicana se hace posible gracias al contacto de Marta, una misionera laica que vive en República Dominicana y trabaja por la Fundación Ocasa. “Allí – nos explica Salva – vamos a hacer una labor pastoral, unos ejercicios socio-culturales y seguramente abordaremos también la parte educativa”.

Sobre esta experiencia misionera, Salva confiesa que siempre la compara “como la primera vez que amasas un pan. Las cantidades igual no las tienes al principio pero poco a poco, amasando todo, se va creando la ayuda al más necesitado. Siempre he tenido un interés por lo social, por ayudar a los demás. Y sobre todo, es impresionante ver la felicidad que transmiten. Todo esto ha hecho que, amasando todo, me haya despertado mucho interés y así me decidí a empezar esta misión”.

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El mensaje de Salva a los jóvenes que están pensando irse de misión

En República Dominicana, nos dice Salva, “nos están esperando con muchas ganas porque allí están saliendo de una fase muy complicada. Los colegios están cerrados y los niños han dejado de recibir catequesis y educación. Los misioneros, tanto Marta como el párroco Carlos Peralta, nos están esperando ansiosos”.

Salva tiene también un mensaje para aquellos jóvenes que se están pensando hacer este tipo de experiencia: “Podría empezar desde la sencillez que transmite esta gente y sobre todo la felicidad en ayudar y ver la realidad tal cual es. Les animo a vivir esta experiencia muy bonita. Todavía no he llegado a tierra de misión pero ya puedo respirar el ambiente, las ganas de disfrutar y sobre todo me quiero poner en el calzado de esa gente”.