Ana Cristina Ocaña: “Todo el pueblo de Dios debe entender que tiene una vocación”

La Iglesia celebra este domingo la Jornada Mundial de oración por las vocaciones y la Jornada de vocaciones nativas bajo el lema, «

».

, representante en el servicio de pastoral vocacional de

Conferencia Española de Institutos Seculares (CEDIS), ha atendido a ECCLESIA para explicar cómo se vive esta jornada tan especial.

Explica que “esta jornada la celebramos promoviendo la oración y la colaboración para que todo el pueblo entienda que esto de la vocación no es una llamada exclusiva para ciertas personas, sino que todos tenemos una vocación. A raíz de lanzarse el servicio de pastoral vocacional de la Conferencia Episcopal Española, no solamente recogemos la vocación a la consagración especial, sino que también se entiende que desde nuestra vocación de bautizados Dios nos llama a un proyecto de vida concreto. A partir de ahí lo que pretendemos con esta jornada y con este nuevo enfoque es que todo bautizado y todo el pueblo de Dios comprenda que tiene una vocación. Todo esto se da independientemente de que haya que seguir rezando por las vocaciones especiales, y que también cada uno tenga que descubrir cuál es el proyecto de Dios para cada uno y para su vida”.

“Siempre llevando a Dios en el ambiente en el que me muevo”

Sobre cómo surge su vocación afirma que “la vocación del Instituto Secular dentro de la Iglesia es una vocación “novedosa”, porque ya tiene unos 75 años desde que se aprobó. Surge a raíz de personas laicas comprometidas en sus vidas ordinarias que quieren una mayor entrega a Dios, pero sin salirse del mundo y permaneciendo en su trabajo profesional, con su familia o viviendo solos, pero con una entrega total a Dios. Yo me sentía llamada a ejercer una labor profesional y un trabajo, pero quería que mi presencia en el mundo permaneciese ahí, pero siempre llevando a Dios en el ambiente en el que me muevo”.

“Los cristianos tenemos que crecer en la fe”

En referencia a cómo se pueden fomentar las vocaciones indica que “este nuevo servicio de pastoral vocacional es un plantear un paradigma y un cambio de pensamiento y entender la vida como vocación. A través de este servicio creo que todos tenemos que entender bien de alguna manera que tenemos que ser muy coherentes con nuestra fe, de forma que no debemos tener miedo a ser radicales viviendo el Evangelio. Ahora mismo vivir el Evangelio y vivir el seguimiento de Cristo ya es algo radical, y creo que mostrando esa radicalidad de vida y esa alegría que tiene que caracterizar a los cristianos, de una forma o de otra consigue interrogar a la persona que tienes al lado. Nosotros mismos, los cristianos tenemos que crecer en esa fe y en la oración, crecer en ese seguimiento de Cristo, allá donde tengamos que estar, pero con una coherencia de vida tal que consigamos interrogar y que la gente de alguna forma vea que lo que decimos es lo que vivimos. Esa coherencia de ese ejemplo de vida es lo que tiene que interpelar a los demás”.